Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
Mateo 6:3-4
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Un elefante rosa
Es conocida ya la idea de que si nos dicen que no pensemos en un elefante rosa, lo vamos a hacer. Enseguida nos vendrá a la cabeza. Hemos fracasado solo con intentarlo. El hecho mismo de esforzarnos en evitarlo hace que la imagen esté presente en la mente.
De la misma forma, la mano izquierda no puede dejar de ignorar lo que hace la mano derecha. En primer lugar porque, evidentemente, las manos no tienen consciencia, y en segundo lugar porque el dueño de ambas manos en principio no puede dejar de ser consciente de lo que hace con ellas y menos cuando intenta dejar de hacerlo. Lo que pide Jesús parece un imposible, entonces ¿qué sentido tienen sus palabras?
La humildad frente el alardeo
El caso es que podríamos llegar a pensar que en este texto encontramos una enseñanza de Jesús sobre ocultar en la medida de lo posible nuestros actos. Pero dudo que se refiera a eso. Por lo general, la transparencia nos favorece, y los secretos nos dificultan.
Lo que Jesús nos enseña en todo este pasaje es que el alardeo no nos conviene. Cuando hacemos algo “bueno” con la intención de que seamos reconocidos públicamente, en realidad es mejor que no se sepa. Los actos hechos sin intención de publicidad tienen una mayor aprobación por parte de Dios.
¿Es posible deshacernos de la aprobación?
Sin embargo, parece difícil quitarnos de la mente lo que piensan los demás, al igual que para una mano puede ser complicado que no sepa lo que hace la otra. Pero, en el fondo, ¿cuándo una mano hace algo sin que la otra se entere? Justamente cuando no alardea de ello, cuando lo hace con toda naturalidad, como comer, conducir o cuando se mueve cuando camina. Casi cuando hace las cosas sin ninguna intención porque está habituado a hacerlo.
De hecho, cuando uno hace las cosas con tanta naturalidad, muchas veces pasa desapercibido a otras personas, aunque no lo esté ocultando.
Foto de Ira Vishnevskaya en Unsplash
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