Jehová es mi pastor, nada me faltará.
Salmo 23:1

Dios no es suficiente

La expresión “Dios no es suficiente” como tal parece una herejía, y puede llegar a serlo. Pero aunque Dios es lo primordial y si quisiera puede mantener la vida sin necesidad de otra cosa, y aunque de él proviene todo lo que precisamos para sobrevivir, lo cierto es que nos puso en medio de una creación y nos hizo dependientes y administradores de ella. No podemos subsistir sin alimento, la naturaleza, el suelo y fundamentalmente de otras personas. Dios mismo dijo: “no es bueno que el hombre esté solo”.

Jesús mismo enseñó que “no sólo de pan vivirá el hombre (y la mujer)”. Esto no significa que podamos vivir sin comida, sino que hay algo más importante, pero tendremos que seguir comiendo. Incluso él, después de ese largo ayuno, fue alimentado por Dios.


De Dios viene todo

Pero lo que sí es cierto es que de Dios viene todo. No hay nada que sea bueno que no provenga de Él. Cuida toda su creación y la hace producir (Salmo 65: 9-13). Por eso podemos llegar a decir que nada me falta cuando estamos bajo el cuidado de Dios como pastor, porque él suple lo suficiente, y le agrada hacerlo.

El buen vivir en la vida bajo el reino de Dios implica dejarnos cuidar y agradecer lo que recibimos día a día. Por ello podemos pensar en algunas actitudes que ponen en evidencia que no lo hacemos y de las que su palabra nos advierte en distintos momentos:

– albergar un continuo afán, ya que significa que hemos puesto toda nuestra provisión en nuestro esfuerzo como único sostén;.

– vivir sin generosidad, porque es ser como persona todo lo contrario a lo que es nuestro creador;

– obtener ganancias deshonestas o ser codicioso, porque queremos vivir con más de lo que de verdad nos hace falta y se nos da, es la incapacidad de estar satisfechos con lo suficiente.

Foto de VENUS MAJOR en Unsplash