Contenidos
1. Introducción
En 1990 salió al cine una película muy famosa. La protagonizaban Richard Gere y Julia Roberts. La película se llamaba Prety Woman, muy conocida, y en esa película se narraba cómo un hombre rico contrata a una prostituta para que la acompañe en sus actos sociales y cómo ambos acaban enamorándose. Se supone al final de la película que ella deja la prostitución y comienza una relación estable con dicho hombre.
La historia de Oseas es bastante diferente, la vamos a conocer hoy, aunque ya de por sí es tan escandalosa que la mayoría de nosotros la conocemos. Vamos a hacer un rápido viaje en una montaña rusa. Primero vamos a bajar y luego subiremos. Para Israel fue un lago viaje, para nosotros va a ser bastante más rápido.
2. Cuestiones generales
Hoy en día es difícil entender la historia de Oseas, estamos muy alejados en el tiempo. Tenemos que preguntarnos ¿qué significaba relacionarse con una mujer adúltera o prostituta en aquellas fechas? ¿De qué forma entendieron los israelitas el mensaje de Oseas? Vamos a intentar acercarnos lo más posible a ese significado.
Siendo la primera predicación debemos comenzar con una pequeña introducción al libro, antes de comenzar a ver lo que significa el texto y lo que puede decirnos para nosotros.
El autor, como bien dice el libro es Oseas. Su nombre significa salvación, ayuda o liberación, como el de Jousé y el de Jesús. Era contemporáneo de Amos, Isaías y Miqueas. Isaías y Miqueas predicaron el reino del sur. Amós y Oseas en el del Norte. De Amós se cree que era nativo de Judá, y se cree que Oseas era del mismo Israel. Él profetizó la caída de Israel, y puede que la haya vivido. Su ministerio se cree que duró hasta tres años antes de la caída, pero no se sabe nada de su muerte y pudo haber presenciado la invasión de Asiria. Es por ello que se le compara con Jeremías, que vivió lo mismo pero con la caída de Judá, ya que la predijo y la vivió.
Este libro ha causado bastante controversia y es difícil de interpretar. El lenguaje utilizado, el hebreo original, es difícil de comprender, porque es de los más antiguos y además tiene vocablos y expresiones que se conocen poco por tener características propias del lenguaje del Norte de Israel. En este pasaje tenemos un ejemplo, al final del versículo 6, que lo veremos después. El libro se divide en dos secciones: la primera parte en la que se narra la historia de Oseas con Gomer. La segunda es una serie de profecías difíciles de estructurar.
3. La situación de Israel en aquel tiempo parecida a la nuestra
Oseas 1:1 Palabra de Jehová que vino a Oseas hijo de Beeri, en días de Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías reyes de Judá, y en días de Jeroboam hijo de Joás, rey de Israel.
Este versículo nos nombra un rey de Israel y cuatro de Judá. El pueblo de Israel, después de Salomón se dividió en dos, 10 tribus al norte y dos al sur. Se conoce como Israel a las diez tribus del norte y como Judá a las dos del sur. Oseas predicó en el norte, como ya se dijo. ¿Cuál era la situación durante el reino de Jeroboam? (2 de Reyes 14:23-29).
El reino de Jeroboam II fue de todos los del norte, el más próspero económica y militarmente hablando. Extendió sus dominios y obtuvo muchas riquezas.
❖ La tierra estaba produciendo en abundancia (2 Cr. 26:10)
❖ Manifestaron un buen poder militar (2 Reyes 14:25)
❖ Había una ola de construcciones (Oseas 8:14, 5:11)
❖ Injusticias sociales (Amós 8:4-8).
❖ Práctica de la idolatría (Oseas 4:10-18).
❖ Otra de las características es que a pesar de que practicaban religiones extranjeras, mantenían todavía ciertos ritos de sus orígenes como los sacrificios (Oseas 6:6; 8:13; Amós 4:4-5).
Curiosamente, podemos observar que la situación puede ser similar a la que
se vive en occidente:
❖ Poder económico
❖ Gloria: también tenemos cierto respeto para mucha gente. Y en estos días tenemos además la Gloria deportiva en Tenis, Fórmula 1 y fútbol (la mejor liga de fútbol).
❖ Injusticias: en este caso la situación social de aquella época era peor. Si leemos el libro de Amós podremos ver las fuertes injusticias. Sin embargo también las hay y según creo están yendo en ascenso.
❖ Depravación moral: indudable, moralmente, y no sólo en el ámbito sexual, la sociedad española como el resto de las sociedades occidentales, vive una situación moral espantosa.
❖ Quizás la diferencia es en el poderío militar, que también en aquella época era fuerte y activo, mientras que en España no parece serlo. Aunque no estoy muy ducho en estas cosas.
Si Dios se queja y enfrenta al pueblo porque esta forma de vida no le agrada ¿no debe tener el mismo sentir hacia la nuestra? En medio de estas circunstancias, Dios se acerca a un hombre y le pide algo muy insólito: tomar a una mujer fornicaria. Y es aquí cuando empezamos a ver el
texto con algo más de profundidad.
4. El matrimonio
2: El principio de la palabra de Jehová por medio de Oseas. Dijo Jehová a Oseas: Ve, tómate una mujer fornicaria, e hijos de fornicación; porque la tierra fornica apartándose de Jehová.
Se ha cuestionado mucho la veracidad de este relato. Algunos creen que Dios no pudo pedirle a un profeta que se uniera en matrimonio a una mujer fornicaria o a una mujer prostituta. Para ellos esto es contradictorio con el carácter santo de Dios. Por ello se han dado otras interpretaciones:
❖ La historia en realidad es una alegoría, es decir que sólo es un relato de ficción para representar una realidad espiritual. Sin embargo, esto no parece ser así, normalmente las alegorías se presentan directamente, y sin relacionarse con una persona real. Es decir que diría: un hombre tomó por mujer a una mujer fornicaria… (para mayor profundización ver otras alegorías bíblicas).
❖ La siguiente es que la mujer estaba corrompida sólo espiritualmente, no hubo en realidad ningún acto sexual físico. Sin embargo, sabemos muy bien que para Dios la corrupción interior es muy similar a la exterior, no creo que a Dios no le importe esta condición interior, sería igual de mala para que Dios le pidiese tomar a esa mujer.
❖ Otra forma de verlo es que al principio no era adúltera, sino que se le llama así pero adulteró después. Por ello el primer hijo que se menciona es del matrimonio y los otros dos de Gomer nada más a consecuencia de relaciones con otros hombres.
Creo que debemos escoger por la interpretación más simple, que en este caso es que Dios en verdad le pidió que tomara a una mujer adúltera o prostituta. ¿Cómo conjugamos esto con la santidad de Dios? En realidad Oseas no ha cometido ningún tipo de pecado. A los sacerdotes sí se les tenía prohibido ese tipo de enlace, pero no se dice nada de los profetas. Lo que hace Oseas es una especie de rescate de una mujer ¿no es eso lo que hizo Dios con su pueblo? Lo que sucede es que lo hizo a sabiendas de que ella iba a fallarle de nuevo ¿No es lo que hizo Dios con su pueblo? Él formó a un pueblo, no necesariamente por su santidad, pero lo crea, lo rescata y lo libera, y hace un pacto con ellos y el pueblo rompe ese pacto impunemente. Además, debemos recordar que Dios ha permitido excepciones en los mandamientos de casarse con mujeres extranjeras. Tenemos el ejemplo de Rahab que pudo haber sido también una mujer prostituta, y el caso de Rut, que en ese caso sólo era extranjera, como Séfora la mujer de Moisés. Entiendo que la norma general era que no se hiciera, lo que creo que debería ser la norma hoy con personas no creyentes, pero que existían excepciones que Dios permitió.
Se cree que “mujer fornicaria” haga referencia a la prostitución sagrada. Entre otras cosas porque en el libro se habla de la prostitución de Israel (5:3; 6:10; 9:1). Además, la imagen de que el pueblo de Dios se prostituía no sólo está en este texto, se repite en otros lugares como en el libro de Ezequiel. No se conoce mucho acerca de estos ritos, es muy antigua. Las mujeres eran llamadas sacerdotisas y eran consagradas (no sé si con su voluntad o sin ella) a mantener relaciones sexuales. El matrimonio era una sociedad de conveniencia, pero no había valores en los que se promoviera la fidelidad sexual. Por ello, no sólo no era mal visto estas prácticas, sino que se aprobaba socialmente.
Después de tomarla, Gomer continuó con sus prácticas de adulterio o de prostitución, y Dios refiere que esa era la condición en la que estaba la relación entre Dios y su pueblo. ¿Cuál era la fornicación de Israel? Ante todo la idolatría, pero la cuestión no eran los actos, sino el carácter de su condición: Oseas 4:12 y 5:4. Había algo que dominaba su corazón y que impedía convertirse a su Dios. Habían vuelto a una situación de esclavitud.
¿Cómo le afecta a Dios este estilo de vida? Pensemos en cómo nos afectaría a nosotros una relación de este tipo. Enamorarse de una mujer que constantemente nos es infiel emocional y sexualmente, y que por amor insistimos en que abandone esa vida y vuelva y no quiere ¿qué significaría esto para nosotros?
❖ Que no somos considerado a sus ojos
❖ Que lo que tiene con nosotros no le satisface
❖ Dolor de ser abandonado
❖ Enfado que no se puede expresar con palabras por la infidelidad sexual (no respetar lo más íntimo de nuestra persona)
Todos estos sentimientos son naturales ante una infidelidad. Cuando uno es rechazado sin motivo, los sentimientos descritos son naturales. El ser humano no sabe comprenderlos ni controlarlos y son llevados luego al odio, al desprecio y a la venganza. Aunque no sabemos cómo siente Dios, algo de todo ésto está en Él. Salvo que él no se descontrola, sino que conjuga perfectamente su misericordia y su justicia.
En el Nuevo Testamento se califica a la avaricia como idolatría, por ejemplo en Col 3:5 y Fil 3:18-19. Es curioso que la avaricia tiene el condicionante de esclavizar a las personas, el amor al dinero es tan fuerte que Jesús mismo dijo expresó lo difícil que era para un rico entrar en el reino de los cielos. La idolatría se suele definir como aquello que ocupa el lugar que debe ocupar Dios. Creo que también podría añadirse que tiene como característica el esclavizar a las personas. ¿Hay algo en nuestra vida así? ¿Qué domina nuestra vida? ¿Qué cosas nos esclavizan con las cuales estamos luchando y no las dejamos? Hoy en día puede ser:
❖ El placer que aparta de Dios, el placer es creado por él, pero puede que nos aparte de él también.
❖ La comodidad, el no esforzarnos por otros, el rechazo de lo que no nos causa incomodidad.
❖ La imagen, cuando nuestra vida se centra en estar guapos, resplandecientes, en tener cuerpos deslumbrantes, tanto hombres como mujeres.
❖ La riqueza, en poseer y en tener no sólo para disfrutar de lo que tenemos sin compartir, sino de presumir de las riquezas.
Todo esto y más cosas puede convertirse en idolatría. ¿Nos hemos dado cuenta de cómo le afecta a Dios este tipo de pecado? Normalmente se habla de pecado como algo que “no agrada a Dios”, pero que simplemente le molesta un poco pero que lo deja pasar. Pero fuera de todo eso, Dios se presenta más bien ofendido tal como se siente un marido como cuando su esposa le es infiel, no sólo
con un hombre, sino con varios.
5. Los hijos
Vamos a pasar al tema de los hijos y sus nombres. Como ya se sabe, era una práctica muy común poner nombres con significado a los hijos y que ese significado tuviera una relación con el nacimiento del niño, con lo que se esperaba de él, etc.
Además de la cuestión de la veracidad del matrimonio, también se discute el significado de «tómate…hijos de fornicación»). Se interpreta de la siguiente forma:
❖ El verbo «tómate» sugiere que los hijos habían nacido de la fornicación de Gomer antes del matrimonio, otros hijos a los que después tuvo con Oseas.
❖ Los hijos nacieron de la fornicación de Gomer después del matrimonio.
❖ La madre de los hijos era fornicaria, aunque ellos fueron hijos legítimos de
Oseas y Gomer. Según esta interpretación «de fornicaciones» no describe a los hijos, sino a la madre; cp. «hijos de la juventud» (Sal. 127:4, traducción literal) e «hijo de la vejez» (Gn. 37:3, traducción literal), expresiones en las cuales «de la juventud» y «de la vejez» no describen a los hijos sino a los padres.
– Jezreel
3-5 Fue, pues, y tomó a Gomer hija de Diblaim, la cual concibió y le dio a luz un hijo. Y le dijo Jehová: Ponle por nombre Jezreel; porque de aquí a poco yo castigaré a la casa de Jehú por causa de la sangre de Jezreel, y haré cesar el reino de la casa de Israel. Y en aquel día quebraré yo el arco de Israel en el valle de Jezreel.
Jezreel, que significa «Dispersado por Jehová». Dios le pone el nombre de un pueblo que tiene historia. Por debajo del Mar de Galilea, a unos 19 Kms. al sur de Nazaret está Jezreel. Los griegos llamaron a este valle Esdraelón. Este lugar fue escenario de batallas importantes en la historia de Israel (cf. Jue 4—7?; 2 R 23.28-30). No fue importante hasta el tiempo de Acab de Israel, quien la convirtió en una de sus residencias reales y la fortificó fuertemente. Jezabel fundó allí una institución para la adoración a Baal, y parece que ella preparaba y tenía listo a un gran número de sacerdotes de Baal. En este lugar estaba la viña de Nabot que codició Acab y que Jezabel consiguió injustamente provocando la muerte de su dueño.
Era el nombre del lugar donde Jehú exterminó el reinado de Acab y su dinastía, comenzando él otra nueva. Este rey fue ungido por Dios para ello. En la heredad de Jezreel tenía su residencia Jezabel. En su reinado Dios había dicho a Jehú que por realizar la exterminación de la casa de Acab, sus hijos serían reyes hasta la cuarta generación. Jeroboam II, rey que vivió cuando Oseas predicaba, era la tercera generación. Después reinó su hijo Zacarías contra quien conspiraron y cesó esta dinastía.
Es difícil de interpretar este pasaje, porque fue Dios quien le pidió que exterminase la casa de Acab, y de hecho aprobó luego que lo hiciera, y ahora Oseas dice que por la sangre derramada allí castigará a la casa de Jehú. Algunos han dicho que Jehú en su origen se propasó en la matanza. Puede ser también que allí mató también a descendientes de los reyes de Judá y no sólo la casa de Acab (aunque es verdad que eran familiares). La verdadera razón no la conocemos, sólo podemos suponer, pero es cierto que Dios reprobó algo que hizo Jehú. Lo que sí es claro que haciendo Jehú la exterminación luego no siguió a Jehová, sino que continuó pecando contra él. Algunos han dicho que su pecado posterior hizo insignificante esta matanza.
Las palabras son duras, Dios dice que romperá su arco (v.5), exterminará el poder militar y que hará cesar el reino (v.4). Esta profecía se cumplió en Israel cuando Senaquerib, rey de Asiria conquistó y exterminó el reino de Israel, unos 30 años después.
¿Dios castiga por los pecados que otros han cometido en el pasado? Eso es lo que parece que dice este texto. Jehú, su hijo y su nieto habían muerto ya, ahora reinaba el bisnieto y es al tataranieto a quien le toca sufrir lo que parece un pecado de su tatarabuelo. Sin embargo, lo que nos parece injusto, más bien es en realidad una muestra de misericordia. Dios podía haber castigado a la casa de Jehú desde el principio, pero, como veremos ahora, por compasión, aguantó su maldad durante cuatro generaciones más. Porque ninguno de los hijos de Jehú hizo nada para agradar a Dios sino que continuaron con el pecado. ¿No es en realidad lo que pasa con alguno de nosotros? Puede que Dios esté siendo también compasivo,
– Lo-ruhama
6-7 Concibió ella otra vez, y dio a luz una hija. Y le dijo Dios: Ponle por nombre Lo-ruhama, porque no me compadeceré más de la casa de Israel, sino que los quitaré del todo. Mas de la casa de Judá tendré misericordia, y los salvaré por Jehová su Dios; y no los salvaré con arco, ni con espada, ni con batalla, ni con caballos ni jinetes.
* Israel de Norte
El segundo hijo fue una niña. Esto es curioso, porque si fuera una alegoría, tendrían que darle significado a que los hijos tuvieran distinto sexo, pero ese significado no existe, lo que implica que la historia fue real y que el segundo fue niña, a la cual Dios dijo que llamaran “Lo-ruhama”. Este nombre significa “no-compadecida”, y hace alusión al sentimiento que tienen los padres hacia sus
hijos.
La última frase del versículo 6,“sino que los quitaré del todo”, es una de las más difíciles de traducir, es clara su connotación negativa, pero no su sentido exacto. Algunos creen que es mejor la traducción “ni los perdonaré”. Dios castigó a la casa Jehú por el pecado de todos sus descendientes, pero les dio cinco generaciones en total para buscarle, y ninguno de ellos lo hizo. Dios se había compadecido de ellos hasta el rey Jeroboam II, y no les dio más oportunidad. Y no sólo a la casa de Jehú, sino al reino en sí mismo.
El corazón de Dios está dispuesto a perdonar, está deseoso de perdonar, incluso a hombres tan malvados como los reyes de Israel, pero no puede porque el hombre no se arrepiente, y al final Dios dirá: “no los perdonaré, no me compadeceré más de ellos” Jesús sentado en un monte dijo “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí, apartaos de mí, hacedores de maldad”.
¿No será esta nuestra situación? Quizás hayas pensado que Dios no podría dejar de perdonarte, te va todo bien, tienes dinero, placer, familia, incluso realizas ciertos actos piadosos como venir a la iglesia u orar en las comidas. Pero todo esto a lo mejor es porque Dios se ha compadecido de ti esperando que reconozcas tu pecado, te arrepientas y comiences una nueva vida para él. Puede que llegue el momento, inesperado, cuando te dirá: “No me compadeceré más de ti, no te perdonaré” y evidentemente no porque no quiera, sino porque tú no quisiste ahora.
* Judá
En este pasaje vemos que Dios predice que Asiria, no destruirá a Judá, sino que tendrá misericordia de ella. La expresión “tendré misericordia” es en realidad la misma que se le da al nombre de la hija: “Ruhama”. Mientras que de Israel no se compadecería, de Judá sí. Esto con relación a la promesa que le había hecho a David, y amplió su misericordia hacia Judá, aunque también es verdad que en Judá algunos reyes buscaron hacer lo que agradaba a Dios, y no fue así con los de Israel, ya que ni siquiera un rey hizo lo agradable a Dios.
La salvación de Judá la tenemos relatada en 2 de Reyes 18 al 19. Después de la victoria sobre Israel del norte, los asirios continuaron hacia el sur y sitiaron a Jerusalén. El autor del libro de Reyes relata lo siguiente sobre la derrota de los asirios:
“Y aconteció que aquella misma noche salió el ángel de Jehová y mató en el campamento de los asirios a ciento ochenta y cinco mil; y cuando se levantaron por la mañana, he aquí que todo era cuerpos de muertos. Entonces Senaquerim rey de Asiria se fue, y volvió a Nínive, donde se quedó. Y aconteció que mientras él adoraba en el templo de Nisroc su dios, Adramelec y Sarezer sus hijos lo hirieron a espada, y huyeron a tierra de Ararat. Y reinó en su lugar Esarhadón su hijo” (2 Re 19:35-37).
Es cierto que esto tiene relación con que Ezequías, rey de Judá por aquellos tiempos, era un buen rey, sin embargo, no deja de estar presente que es por la misericordia de Dios. Muchos aún defienden que la historia del Antiguo Testamento es la historia de la ley y el Nuevo de la gracia, pero la Biblia deja claro que todo lo bueno que sucedió a los hombres y al pueblo antes de Jesús
también fue por la compasión y la misericordia de Dios.
– Lo-ami
8-9 Después de haber destetado a Lo-ruhama, concibió y dio a luz un hijo. Y dijo Dios: Ponle por nombre Lo-ammi, porque vosotros no sois mi pueblo, ni yo seré vuestro Dios.
Si hasta ahora las consecuencias parecían graves, creo que las peores palabras vienen ahora. Minimizando un poco: imagínense a un padre enfadado con su hijo y le dice que le va a castigar y que no tendrá ya compasión por él. Esto verdaderamente es fuerte (recordemos que la palabra compadecer, ruhama, tiene que ver con la compasión de un padre).
Pero peor aún para ese hijo es que le diga: mira pero es que dejo de ser tu padre.Negarle el título de mi pueblo significaba que la alianza se había roto y que el Señor rechazaba a Israel, porque ya no reconocía en él la conducta propia de un hijo.
Al decir “no sois mi pueblo”, Oseas hace referencia al pacto que había dado Dios con su pueblo: Ex. 6:6-7; Lv. 26:12; Dt 20:4; 1 Reyes 8:51-53; Dt. 26: 17-19
Si esto ya es duro, y si esto ya emociona, la siguiente frase es más conmovedora: las traducciones españolas dice “ni yo seré vuestro Dios”, pero esta frase está basado en correcciones hechas posteriormente. Los manuscritos más antiguos y fiables dicen: No seré “yo soy” para vosotros”. Yo soy hace referencia al Dios del pacto, el nombre con el que se da a conocer a Moisés y al pueblo
cuando lo saca de Egipto.
Imagínense las emociones de Oseas y de aquellos que se enorgullecían de ser pueblo de Dios, a pesar de la maldad, seguían realizando los ritos de la ley. Todo este amor que se expresa aquí de forma negativa está ahora hacia nosotros, como veremos. Ahora somos el pueblo de Dios, y él es nuestro Dios. Nos rescató, y creo que podemos hacer nuestras las palabras de Dt 26:19. Él es
“Yo soy” para nosotros.
Me asusta leer esto, porque es como si Dios centrara toda su existencia en nosotros, se empeña en formar un pueblo para bendecirlo, casi parece que es la esencia de su vida, y que le defraudemos es hacerle muchísimo daño, es incomprensible el rechazo por parte nuestra. Si para él somos tan importantes, ¿por qué vivimos casi como si no existiera? No os conocí, dijo Jesús.
6. Promesa de restauración
10-11 Con todo, será el número de los hijos de Israel como la arena del mar, que no se puede medir ni contar. Y en el lugar en donde les fue dicho: Vosotros no sois pueblo mío, les será dicho: Sois hijos del Dios viviente. Y se congregarán los hijos de Judá y de Israel, y nombrarán un solo jefe, y subirán de la tierra; porque el día de Jezreel será grande.
Este texto es evidentemente mesiánico. La boda nos decía cómo era el estado de la relación entre Dios y su pueblo. Los hijos nos hablaron de las consecuencias concretas con el pueblo de Israel del Norte. Este pasaje nos habla de una restauración que aún no se ha cumplido.
¿Habrá restauración para el pueblo de Israel del Norte? Eso parece bastante difícil, porque este pueblo se mezcló y ya en sí dejó de existir. Sin embargo, habla de que se unirán y que nombrarán a un sólo jefe, y el día de Jezreel dejará de ser recordado como una derrota sino como una victoria. Esta batalla se relaciona con la que se menciona en el Apocalipsis de la batalla de Armagedón.
Pablo usa este texto para indicar la unión entre el pueblo gentil y el judío en Romanos 9:25-26, por lo que esta unión, más que referirse a la unión de los dos pueblos israelitas, es más bien a la que menciona Pablo entre gentiles y judíos.
Ezequiel también habla de esta reunificación en el capítulo 37.15-28. Me sorprende el amor de Dios, su misericordia es tal que según anuncia la destrucción, parece que le es inevitable hablar de la restauración. Pero lo más sorprendente aún es que Dios desea profundizar más aún en su relación. Pocas veces en el antiguo testamento se habla de Dios como padre del pueblo o viceversa. Esta idea es más común en el Nuevo Testamento. Es lo que dice este pasaje, ahora eran pueblo, aunque casi los desecha como tal, pero con la restauración, ya no serán sólo pueblo, sino que serán llamados hijos del Dios viviente ¿qué mejor nombre?
NOTA: Y se levantarán de la tierra: Otra traducción posible: Y de todas partes volverán a Jerusalén.
Conclusión
Después de todos estos datos y explicaciones, me gustaría que nos quedáramos con esto: Dios desea fervientemente ser Dios de un pueblo. La historia de la humanidad se podría ver de esta forma: el esfuerzo de Dios por ser Dios de un pueblo, comprometiéndose como un pacto matrimonial con un pueblo.
Dios está pendiente de nosotros como parte de su pueblo. A ese pueblo además Dios lo quiere glorificar, un regalo tremendo de gracia, quiere enriquecerlo con lo mejor de sí mismo.
Pensando en esto ¿cómo creemos que le puede afectar a Dios que la iglesia viva fuera de ese propósito? Esto implica que a Dios le afecta muchísimo que vivamos como si ese pacto no existiera. Es cierto que el nuevo pacto consigue hacernos parte de su pueblo, judíos y gentiles, no por obra, sino por la muerte de Jesús. Pero a pesar de la salvación gratuita, Dios pide la entrega total de tu vida. A lo mejor esto no lo has hecho y Dios te dirá: no te conozco, no puedo perdonarte, no formas parte de tu pueblo, no soy tu Dios.
A lo mejor formas ya parte de su pueblo, pero no te das cuenta que tu vida fuera de lo que a él le agrada, le está haciendo, yo diría, hasta daño. Se siente ofendido. Él te ha dado el privilegio de formar parte de su pueblo y tú vives lejos de él. Si un día le diste todo, él te quiere dar lo mejor de sí para ti también. Vuelve a renovar tu vida, vuelve a renovar tu compromiso, arrepiéntete de cómo estás y busca la visión que Dios tiene para la iglesia de la que formas parte.
No lo dejes pasar, si te sientes mal, no lo dejes pasar, no dejes que el dolor por reconocer el pecado te impida continuar para restaurar o para comenzar una relación con Dios.
Foto de Cullan Smith en Unsplash
Comentarios recientes