1. Introducción
Hace unos días asistí a la celebración de una boda. Quienes se casaron tenían creencias distintas, uno era de descendencia marroquí, supuestamente musulman y el otro de tradición católica, pero que se declara agnóstico. Sin embargo, el ambiente era positivo y todos celebraban la relación. Ella era de segundas nupcias y entrado ya en la cincuentena. Cuando ella realizó el rito tradicional de tirar el ramo, todavía muchas jóvenes y no tan jóvenes se pelearon por cogerlo. Y aunque esa tradición es ya más una broma que otra cosa, creo que aún dentro de la mayoría de las mujeres que participan (y de los hombres que no lo hacen), existe el deseo de establecer una relación con un compromiso estable. Lo creo así porque Dios nos ha creado con esa necesidad. Un filósofo alemán, Karl Wilhem von Humboldt dijo: “En el fondo son las relaciones con las personas lo que da sentido a la vida”. Es una media verdad, ya que antes de las relaciones con las personas, es la relación con Dios la más importante.
Creo que Dios no utiliza las relaciones entre las personas para hablar de sí mismo. Sino que, siendo nosotros criaturas hechas a su imagen, nuestras relaciones son un reflejo de él. Nuestras relaciones matrimoniales, entre hermanos, de padres a hijos, entre amigos, etc., son un reflejo de la relación que él quiere tener con nosotros. Nuestro dolor ante la ruptura es un reflejo del sentimiento de Dios ante la ruptura de las suyas con el ser humano. Es eso lo que tenemos reflejado en estos tres capítulos.
En el capítulo 1 Dios pide a Oseas que tome a una mujer fornicaria, Gomer. Ella tuvo tres hijos. Los nombres de estos tres hijos tuvieron un significado particular, que manifiesta el juicio de Dios hacia Israel del Norte. No obstante, al final del texto encontrábamos unas palabras de esperanza en la que se prometía la restauración del pueblo.
El capítulo uno es abundante en detalles sobre la relación entre Oseas. Basándose en esos detalles, se dan ideas sobre la relación entre Dios y el pueblo. Además, comienza con la historia y a partir de ella da las enseñanzas. Los capítulos dos y tres estás expuestos de diferente manera, primero comienza con el mensaje que se quiere transmitir para que luego se haga manifiesto en la vida de Oseas.
El texto que hoy vamos a tratar no lo podemos estudiar de forma extensa, además, probablemente sería muy tedioso explicar todas las características del texto, todas las implicaciones de aquella época. Así que nos saltaremos los significados de algunas frases y entraremos en lo que a mí me ha resaltado de toda la enseñanza. Para ello miraremos primero el pasaje desde el punto de vista de Gomer, mujer de Oseas o del pueblo, y luego una breve reflexión desde el punto de vista de Dios.
2. Gomer y el pueblo
Contenidos
A. El hecho: una relación perdida, un divorcio (v.2)
Antes de continuar debemos aclarar una cuestión ¿a quién está hablando Dios? ¿A una persona en particular? Está hablando a un pueblo. El tema no es la salvación de las personas, sino la relación con un pueblo. Por lo tanto no son textos que puedan ser utilizados para defender la pérdida o la seguridad de la salvación. Dios se relaciona por un lado con individuos, a quienes salva y por otro lado con una comunidad, con quienes él se relaciona. Esta concepción es difícil de asimilar para nosotros, ya que el mundo occidental es individualista.
El texto comienza con esta frase: “Contended con vuestra madre, porque ella no es mi mujer, no yo su marido” (v.2)
Este segundo versículo hace referencia a un divorcio, “contender” es un verbo que implica una acción judicial y la frase “ella no es mi mujer, ni yo su marido” es una expresión que se cree que se utilizaba en los escritos de divorcio.
Me gustaría que volvamos a reflexionar en el momento en el que Dios da por rota la relación e incluso en el tiempo que aún pasó antes de que se cumpliera definitivamente esta ruptura y el castigo al pueblo. Desde la separación entre los dos pueblos, Israel del Norte comenzó a cometer el pecado de idolatría. Primeramente adorando a Dios por medio de un becerro, y luego adorando a otros dioses. Todo esto se hizo durante unos 200 años. Durante todo ese tiempo, Dios aguantó el rechazo de su pueblo, hasta que puso fin al pacto establecido por él. Dejó de ser su Dios y ellos dejaron de ser su pueblo. Por lo menos temporalmente.
Es por eso que a Dios no se le puede tachar de severo, antes de aplicar la justicia, lo que podía haber hecho en su derecho en cualquier momento, Dios retarda su decisión esperando que como pueblo nos apartemos del mal y hagamos lo que le agrada. Pero una comunidad que constantemente le rechaza, acabará por dejar de existir como tal, como ha sucedido tantas veces en la historia de la iglesia. En nuestras vidas como individuos y en nuestras iglesias, Dios también sigue manifestando su misericordia, siendo pacientes cuando nos alejamos, esperando que voluntariamente volvamos a Él.
B. La causa: la idolatría (v.2, 5, 8 y 13)
B.1. Una fuente de satisfacción equivocada (2 y 5)
Dios enlaza la idolatría con la Infidelidad sexual, la cual sufre Oseas. El significado literal de la idolatría es dar culto y adorar a un dios falso. Es por ello que a veces se habla de que aquello que toma el lugar de Dios en nuestra vida es lo que se convierte en nuestro ídolo, como el dinero. Es por ello que el Nuevo Testamento habla de la avaricia como una forma de idolatría. En este caso me gustaría ser algo más concreto, y hablar de otro aspecto de la idolatría: búsqueda de una satisfacción personal en lugares inapropiados.
La segunda parte del versículo dos dice “Aparte , pues, sus fornicaciones de su rostro, y sus adulterios de entre sus pechos”, y en el cinco podemos ver en qué consistía esto: “Por que su madre se prostituyó; la que los dio a luz se deshonró, porque dijo: Iré tras mis amantes, que me dan mi pan y mi agua, mi lana y mi lino, mi aceite y mi bebida”. El pueblo, influenciado por los reinos vecinos comenzaron a creer que otros dioses eran la fuente de la satisfacción, tanto del sustento como del placer.
¿No es esa una característica nuestra? ¿De dónde creemos que viene nuestra satisfacción? Pues mayoritariamente nos la da el mundo, si somos sinceros, tenemos mayor satisfacción en los placeres del mundo como la televisión, la música, la lectura de novelas, juegos e internet, salir con amigos, etc que llevar una vida agradable a Dios. ¿En qué notamos ésto? Evidentemente todo lo que menciono forma parte de nuestra vida, es inevitable utilizar estos medios en alguna forma, pero cuando nuestro pensamiento está en que es así que se satisface nuestra vida y no en buscar lo que le agrada a Dios, algo está fallando.
Cuando la lectura de la Biblia y cuando la oración personal no existe o es muy escasa mientras que dedicamos horas a los medios de comunicación, es que Dios no nos satisface. Cuando acudir a una comunidad cristiana queda en segundo lugar ante la realización de otras actividades, es que Dios no es nuestra fuente de satisfacción. Cuando en nuestras conversaciones nos sentimos incómodos al hablar de Dios, y por contra nos sentómos cómodos criticando o hablando de cosas que no le agradan a él, es que Dios no es nuestra fuente de satisfacción. ¿Puedes afirmar firmemente que Dios es tu fuente de satisfacción? Si no es así, hoy es un buen momento para volverte a él.
B.2. Entregar lo que nos da Dios a otros (v.8)
“Y ella no reconoció que yo le daba el trigo, el vino y el aceite, y que le multipliqué la plata y el oro que ofrecían a Baal”
Las cosas que Israel poseía, las cosechas que recogían, las lluvias, el oro, la plata, etc., aunque creían que eran otros quienes se lo daban, provenían de Dios. Pero para empeorar las cosas, esas cosas que Dios les daba, eran entregadas para otros supuestos dioses. Hacían sacrificios a estos dioses y con el oro y la plata fabricaban sus ídolos.
Como pueblo de Dios ¿qué estamos haciendo con lo que él nos ha dado? No podemos hacer una larga reflexión, pero piensa en tus posesiones, en tu tiempo, en tu familia, ¿a quién se lo estamos dando? Ellos lo ofrecían a los dioses a cambio de que estos dioses les beneficiaran. Dios pone las cosas en su sitio y dice: es desperdiciarlo. Además del dolor que le provoca a él mismo, es desperdiciar lo que nos da. Nosotros, de forma egoísta invertimos dinero en cosas que creemos que nos van a satisfacer, y quizás estamos desperdiciándolo. Pensamos que es nuestro, que nos lo hemos ganado, y no le damos cuenta a Dios de lo que hacemos con él. Nos olvidamos que él es el dador de todo lo que tenemos. Entre las cosas más grandes que nos ha dado es la propia vida. Es él quien te la da y quien te la mantiene. ¿A quién se la estás entregando?
B.3. En tercer lugar, el tercer aspecto de la idolatría, la causa de la ruptura de la relación es olvidarse de Dios. (13)
“Y la castigaré por los días en que incensaba a los baales, y se adornaba de sus zarcillos y de sus joyeles, y se iba tras sus amantes y se olvidaba de mí”
Philip Yancey menciona en un libro acerca de la relación pasional entre Dios y los seres humanos, relación no siempre perfecta por parte de nosotros, pero pasional. Dice: “Los favoritos de Dios le correspondían con esa misma pasión. Moisés discutía con él tan ardientemnte, que varias veces lo persuadió para que cambiara de idea (Moisés a Dios, nota mía). Jacob luchó con él toda la noche y usó trucos para apoderarse de su bendición. Job lanzó su sarcástica ira contra él. David quebrantó por lo menos la mitad de los Diez Mandamientos. Sin embargo, nunca se apartaron por completo de Dios y él nunca se apartó por completo de ellos. Dios es capaz de soportar la ira, las acusasciones e incluso las desobediencias voluntarias. Sin embargo, hay un acosa que sí bloquea la relación con él: la indiferencia. “No me miraron de frente, sino que me dieron la espalda”, le dijo a Jeremías, como acusación y condena contra Israel. Jeremías 32:33
C. Las consecuencias: la insatisfacción y castigo (v.6-12)
Por tanto, he aquí yo rodearé de espinos su camino, y la cercaré con seto, y no hallará sus caminos.
Seguirá a sus amantes, y no los alcanzará; los buscará, y no los hallará. Entonces dirá: Iré y me volveré a mi primer marido; porque mejor me iba entonces que ahora.
Y ella no reconoció que yo le daba el trigo, el vino y el aceite, y que le multipliqué la plata y el oro que ofrecían a Baal.Por tanto, yo volveré y tomaré mi trigo a su tiempo, y mi vino a su sazón, y quitaré mi lana y mi lino que había dado para cubrir su desnudez.
Y ahora descubriré yo su locura delante de los ojos de sus amantes, y nadie la librará de mi mano.
Haré cesar todo su gozo, sus fiestas, sus nuevas lunas y sus días de reposo, y todas sus festividades.
Y haré talar sus vides y sus higueras, de las cuales dijo: Mi salario son, salario que me han dado mis amantes. Y las reduciré a un matorral, y las comerán las bestias del campo.
Es cierto que injusticia-castigo no es algo que se produce en esta vida siempre. Leyendo en el libro de Job y en otros textos de la Biblia podemos ver que muchos malos tienen buena vida y personas santas tienen grandes sufrimientos. Sin embargo, de una cosa podemos estar seguros, nadie que de la espalda a Dios estará plenamente satisfecho, no importa cuál sea su economía o su posición social. Por otro lado, la búsqueda de Dios, aunque esté rodeada de dolor, de soledad, de rechazo, de dudas, siempre producirá al final satisfacción.
Hablando con algunas personas que manifiestan no querer saber nada acerca de Dios, han reconocido lo vacía que está su vida, la insatisfacción que tienen. En el libro de Los Miserables, Victor Hugo expone la ideología imperante durante el siglo XIX en Francia. Se pensaba que el desarrollo de la ciencia junto con la democratización de los países provocaría el bienestar final de la sociedad. Sin embargo, hoy en día las personas, incluso teniendo una buena posición social, se siente insatisfecha.
En el caso de Israel, Dios le retira al menos tres cosas: honra, gozo, sustento.
– Cuando leí los miserables de Victor Hugo, estaba leyendo paralelamente otro secular acerca de las relaciones de parejas. En el primero se muestra a un hombre lleno de gracia y sacrificio. En el otro exponía a un estilo de vida centrado en la búsqueda de la felicidad en pareja. Según leía los dos, me daba cuenta de los valores diferentes en cada uno de ellos. En Los Miserables, la consideración de Dios, el sacrificio de uno mismo por otro, el buscar al felicidad del otro más que la propia, buscando además la honradez y la virtud. En el otro, el valor máximo era la propia felicidad, felicidad por otro lado bastante egoísta. Ante esos dos libros, imaginándome a los dos tipos de personas que se exponían, me quedaba con la que describía Víctor Hugo, aunque era un personaje imaginario, en él había una vida llena de honra.
– Sin honra, no existe el gozo. Aunque nadie lo reconocerá, la deshonra, la vergüenza viene tarde o temprano a una vida que no teme a Dios, más concretamente que no guarda los valores de Dios. Ésto produce tristeza, amargura, ira, pero no gozo. El verdadero gozo no está al alcance del que se aleja de Dios. Pero no es preciso la vergüenza, el valor escaso que se le da hoy en día al ser humano, un producto del azar y sin más afán que sobrevivir, le quita el sentido a la vida, y por lo tanto, la alegría de vivir.
– Fruto de la tierra. Y nuevamente decimos que no es algo físico o económico. Los frutos de los que nos debemos enorgullecer, los frutos del espíritu: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe. Esos frutos que agradan a Dios sólo vienen por él.
D. Restauración de la relación
Dios, como veremos después restaura la relación y el resultado es espléndido:
D.1. Relación más profunda (v.16, 17)
En aquel tiempo, dice Jehová, me llamarás Ishi, y nunca más me llamarás Baali.
Porque quitaré de su boca los nombres de los baales, y nunca más se mencionarán sus nombres.
El algunos nombres de personas como el de Isboset, se encuentra la raíz “baal” para denominar al Dios de Israel, por lo que era un nombre que no sólo se usaba para los dioses extranjeros, sino para el Dios verdadero. No obstante, ante esa confusión, Dios quería dejar claro que él era diferente y establece una relación diferente a la de dueño y esclavo.
En primer lugar relación reciproca, de amor. No es una relación unilateral en el que uno obedece a otro, sino que los dos se dan mutuamente y se benefician mutuamente. Esto es un misterio increíble. Ningún dios inventado por el hombre, ninguna religión pone las cosas de esta manera. Dios, infinitamente mayor que el ser humano, mantiene una relación íntima con él.
En segundo lugar, la relación será mejor que la anterior. Ya lo vimos en el primer capítulo, Dios en la restauración mejora y profundiza la relación. Dios saca provecho aún de nuestra caída.
Pero esta relación conlleva sus condiciones: implica el olvidarse de los amantes (en contraposición a olvidarse de Dios). No se puede tener las dos cosas, como pretendieron los Israelitas. ¿No es quizás este nuestro lugar? No le damos del todo la espalda a Dios, pero queremos jugar con lo que nos ofrece el mundo, queremos meternos suavemente en el pecado, disfrutar de lo que a él no le agrada
D.2. Relación basada en valores supremos (v.19-20)
Y te desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia, juicio, benignidad y misericordia.
Y te desposaré conmigo en fidelidad, y conocerás a Jehová.
Dios les concede aquello que se le habían quitado:
En primer lugar una relación perpetua, y aquí podemos ver una referencia clara a la relación con la iglesia. Aunque las comunidades locales puedan aparecer y desaparecer en el tiempo, la iglesia permanecerá hasta la eternidad. Luego Oseas habla de una relación basada en Justicia y juicio, una nueva sentencia, un nuevo pacto, una nueva ley, todo restaurado, una relación basada en la verdad, la sinceridad, la justicia, todo aquello que antes había roto Israel.
También será una relación basada en Benignidad y Misericordia, no sólo por el perdón de Dios, sino porque la relación en sí está basada en la búsqueda de la felicidad del otro, en hacer el bien al otro, y en compadecerse del otro que sufre (Dios de nosotros).
Fidelidad, una relación exclusiva, donde otros dioses no entren: como decía en los versículos anteriores: el nombre de Baal ya no estará en su boca.: v.17: Porque quitaré de su boca los nombres de los baales, y nunca más se mencionarán sus nombres.
¿Es este tipo de relación la que caracteriza a la nuestra con Dios?.
D.3. Recuperación de las necesidades satisfechas (v.15, 18, 21 – 23)
Todas las cosas que Dios le había quitado se las devuelve:
15. La felicidad y la satisfacción: Y le daré sus viñas desde allí, y el valle de Acor por puerta de esperanza; y allí cantará como en los tiempos de su juventud, y como en el día de su subida de la tierra de Egipto. El valle de Acor representaba a la vez dolor por que allí sucedió la historia de Acán (Jousé 7:25-26) pero a su vez era puerta de esperanza porque desde allí entraron en la tierra prometida.
16. Recuperar su honra En aquel tiempo, dice Jehová, me llamarás Ishi,y nunca más me llamarás Baali.
18. Paz: En aquel tiempo haré para ti pacto con las bestias del campo, con las aves del cielo y con las serpientes de la tierra; y quitaré de la tierra arco y espada y guerra, y te haré dormir segura.
21-23, Fruto y sustento: En aquel tiempo responderé, dice Jehová, yo responderé a los cielos, y ellos responderán a la tierra. Y la tierra responderá al trigo, al vino y al aceite, y ellos responderán a Jezreel. Y la sembraré para mí en la tierra. Este texto es bastante poético y es como una fábula. Habla de que Dios hará fructificar la tierra y utiliza nuevamente el nombre de Jezreel, esta vez en vez de con un sentido negativo, con el positivo, con el significado de sembrar, para producir.
23, Renovación del pacto: y tendré misericordia de Lo-ruhama; y diré a Lo-ammi: Tú eres pueblo mío, y él dirá: Dios mío.
Israél recuperaría la satisfacción de vivir, en Dios encontrará el disfrute, cantaría nuevamente como lo hizo cuando salía de Egipto. Los tres nombres en vez de hacer referencia al juicio, hacen referencia a la gracia.
D.4. El cumplimiento de estas cosas
¿Cuándo se cumple esta promesa? El conocimiento de las profecías futuras no es ni uno de mis temas favoritos, y tampoco conozco mucho acerca del tema. Además, no es mi propósito resolver un debate de mucho tiempo. Sólo decir que evidentemente estas profecías no se han cumplido literalmente ni en el Israel del Norte ni en Judá o Israel como nación entera. Algunos creen que esta profecía se cumplirá literalmente en el pueblo de Dios y otros creen que el cumplimiento será en la Iglesia y no en los israelitas. Sea como fuere, parte de su cumplimiento sí es en la iglesia, estas visiones futuras deben estar en nuestra mente, porque es lo que deberíamos anhelar como pueblo de Dios. Pero no obstante, en la iglesia tenemos también un cumplimiento parcial, somos pueblo de Dios y tenemos una relación íntima. Lo más glorioso será cuando se celebre las bodas del cordero, cuando la relación con Jesús sea aún más real y palpable.
E. Dos vidas contrapuestas
¿Qué tiene que ver esta profecía con nosotros? Sabemos que se ha cumplido parte de ella literalmente en Israel con el exilio. ¿Puede enseñarnos a nosotros algo?
Armand Nicholi escribió un libro titulado: “La cuestión de Dios” (en España editado por Rialp), en este libro el autor compara la vida de dos personas. Freud y C.S. Lewis. Estas dos personas sufrieron en su niñez y juventud, ambos tuvieron problemas familiares y sociales que le llevaron a creer que Dios no existía. Sin embargo, como todos sabemos, C.S. Lewis a la edad más o menos de 30 años se convirtió.
¿Qué sucedió en sus vidas? La felicidad de Freud en su ancianidad era escasa, se le describe como un hombre agrio, desconfiado de sus alumnos y molesto por no haber recibido ningún título. Freud creía en la libertad sexual, aunque llevó una vida de abstinencia hasta su matrimonio y fue fiel a su mujer. Él se obsesionaba con la fama. En su juventud Freud consumía cocaína para superar sus depresiones. Creía que el ser humano no podía vivir feliz, ya que asociaba la felicidad con el placer inmediato.
Por el contrario C.S. Lewis, aunque llevaba la misma trayectoria que Freud, su vida después de la conversión se describe como alegre y feliz, incluso tras pasar por el sufrimiento. En vez de liberalidad, Lewis creía en que el cristiano debería controlar sus apetitos, aunque él reconoció que había cedido a los pecados de lujuria y otros. Se casó a los 50 y se dice que su matrimonio fue romántico y emotivo. Después de su conversión no le importó la fama y rechazó algún premio por no estar conforme con la institución que se lo daba. Admitió que había descubierto que escribir sin esperar la fama le proporcionaba hacerlo mejor. Con respecto a la felicidad, Lewis, tras una juventud deprimida, descubrió tras su conversión el descubrimiento de la alegría, y refería que era feliz disfrutando de sus amigos y de los placeres como pasar, leer, comer, etc. agradeciendole a Dios por ellos.
3. Dios
A. El sentimiento de Dios por la desobediencia de su pueblo
~ Enojo (v.3-4)
Con el estudio del Nuevo Testamento, con la entrada de Jesús, el concepto del amor de Dios se eleva a estados gloriosos. EL amor de Dios supera la Ley, el castigo. Sin embargo, hemos olvidado lo que Dios siente por la maldad. Dios no ha cambiado, Dios se siente enojado y dolido ante el pecado. Todo esto, claro, sin dejar de amar al ser humano. EL libro de Oseas es un fiel reflejo de este doble estado. En los versículos 3 y 4 se puede ver esta carga de dolor e ira:
“No sea que yo la despoje y desnude, la ponga como el día en que nació, la haga como un desierto, la deje como tierra seca, y la mate de sed. Ni tendré misericordia de sus hijos, porque son hijos de prostitución”
Puede ser que tenga también la doble aplicación con la vida de Oseas y que desnudar públicamente a la mujer fuera un acto por el adulterio, y que Oseas no reconociera a los hijos como suyos, pero esta interpretación no es clara.
~ Enamorado (v.14)
Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón.
La palabra que tenemos aquí como “atraeré” literalmente es “enamoraré”. La Nueva Versión Internacional la traduce como “seduciré”. También mencionar que la expresión “Hablar a su corazón” es una expresión que se usa en Génesis 34:3 y Jueces 19:3 de lo que un varón hace para enamorar a una mujer. Hace poco hablaba con alguien acerca de ésto, ¿no es bonito conquistar a alguien? Tratar con hechos y palabras de conseguir el amor de otro. ¿No es bonito? Pues es eso lo que Dios hace por nosotros individualmente, y lo que sigue haciendo por la iglesia cada vez que como comunidad nos alejamos. Nos intenta seducir para que le amemos, porque no quiere una comunidad que sólo esté con él por obligación, sino que desea nuestro amor.
B. El trabajo de Dios por la restauración de su pueblo
B.1. Tomando la iniciativa (v.14)
¿Qué cosas nos parecerían anormales en estas situaciones? ¿Cómo deberíamos actuar?
a. Estamos en el coche, en medio de una gran cola y vemos cómo una persona con su coche se cuela por el arcen e intenta colarse delante de nosotros. ¿Cómo actuaríamos?
. Nos arrimamos al que tenemos delante lo más posible para que no se cuele y le damos una mirada de asesino al otro
. Le dejamos pasar a regañadientes
. Le dejamos pasar sin más y al darnos cuenta que tiene las luces encendidas se lo decimos para que no se olvide y no se le gaste la batería
b. Nos hemos peleado con un familiar, hermano, hijo, padre o cónyuge. Habíamos quedado a una hora para hacer algo juntos y el otro se olvidó. Ya llevamos media hora esperando. ¿Qué hacemos?
. Nos vamos enfadados esperando que llegue el momento de encontrarnos con ese familiar para exponerle de forma agria todo nuestro malestar
. Lo dejamos pasar y no decimos nada, guardando cierto malestar pero intentándolo dejar en el olvido
. Llamamos por teléfono y le decimos que aunque se ha olvidado podemos intentar hacerlo más tarde u otro día y que nos ofrecemos a ir a buscarle.
Estas acciones nos parecen exageradas, y creo que pocos nosotros, si viéramos a alguien hacerlas, le aprobaríamos, le diríamos que eso es maleducar a los otros, que es injusto y que no lleva a nada.
Imaginémonos a un hombre cuya mujer le dejó para prostituirse o para vivir con otros hombres o con otro hombre porque cree que le satisface más. Ahora vemos a ese hombre haciendo todo lo posible por recuperarla, pero es que ni siquiera la mujer ha dado muestras aún de arrepentirse, antes de eso ya la busca y desea su reconciliación. ¿Es aceptado por nosotros? ¿Es nuestra costumbre dar todo nuestro amor a quienes nos dan la espalda?
B.2. Proceso de resaturación
Sólo quiero hacer mención de que el desierto es la forma y el lugar en el que mejor aprendemos del amor de Dios. Mientras estemos en la tranquilidad de la abundancia, ya sea económica o emocional, aunque no encontremos completa satisfacción, no nos movemos a Dios. Es él quien de alguna forma nos conmueve por medio del dolor, ya sea por escasez, por hechos traumáticos, por palabras que trastocan nuestra vida, etc. Pero nos lleva hacia un vacío que nos damos cuenta que sólo podemos llenar con él. En ese momento es cuando nos atrae, y cuando empieza a satisfacer nuestras verdaderas necesidades.
4. Conclusiones
A. Nuestra participación en la iglesia
Yo no puedo decir cuál es la situación de la iglesia en España, en Canarias, ni siquiera en esta iglesia local. Puedo hacerme alguna idea por las cosas que hacemos como iglesia y por las que dejamos de hacer, pero no les conozco a todos, y ni siquiera sé lo que cada uno hace y da testimonio. No es mi propósito hacer esta valoración. Aunque el mensaje está dirigido a un pueblo, ahora tiene que pasar primero por cada uno de nosotros y plantearnos qué parte tenemos en esta comunidad. ¿Favorecemos una mejor relación con Dios como pueblo o la dificultamos?
Apocalipsis 3:1. Escribe al ángel de la iglesia en Sardis: El que tiene los siete espíritus de Dios, y las siete estrellas, dice esto: Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerto. De la vida de cada uno de nosotros depende la salud de nuestra iglesia.
B. La verdadera satisfacción
Según tenemos los bienes, nos alejamos del agradecimiento a Dios, nos sentimos merecedores de lo que tenemos y nos alejamos de Dios. Inmediatamente perdemos la capacidad de disfrutarlos. Sólo utilizando las cosas que nos da él para él mismo, podremos disfrutarlas plenamente, incluso si eso implica desprendernos de ello para dárselo a otro.
Vamos a mirar todavía más allá. ¿Qué significa la tierra y su fruto para Israel? Es el cumplimiento de una promesa dada a Abraham, a Isaac y a Jacob. Esa promesa es la de una vida con sentido. Esa promesa se realiza con la libertad dada con Moisés y con la entrada con Josué. Es un reflejo de nuestra salvación. El gozo y el fruto de la tierra es el gozo y fruto de nuestra vida eterna. Es eso lo que da sentido a nuestra vida hoy, no sólo en el futuro.
La indiferencia a Dios, el jugar con otros dioses, eliminan la verdadera satisfacción de una vida eterna. ¿Estás disfruando de la vida que Dios te ha dado? ¿Estás cumpliendo el propósito que Dios te ha dado como debía cumplirlo Israel de ser bendición a las demás naciones?
C. Arrepentimiento y restauración
Es cierto que en este pasaje casi no se habla de arrepentimiento, quizas alguna referencia en los vv.2 y 7. Pero en el resto del libro sí. Para ello sólo tenemos que leer el capítulo 14 de este libro, para mí una de las expresiones más bellas de arrepentimiento que trataremos en otro momento. Pero no quiero dejar de resaltar que aunque en este pasaje no se vislumbra tal arrepentimiento, en toda la Biblia se expresa como un requisito necesario.
Sin embargo ¿Qué papel ha hecho aquí la prostittuta? Parece que nada, ni siquiera arrepentirse. Dios toma siempre la iniciativa, Dios promueve este arrepentimiento, de él es la iniciativa de la reconciliación, él pone los medios para ello (y lo hizo sobre todo con la muerte y resurrección de Cristo) y él es el más deseoso de que nosotros aceptemos esa reconciliación.
Ahora es tuya la decisión, ¿deseas renovar tu vida y así la de la iglesia?
D. Conocer a Jehová
He dejado para el final una parte del texto que he saltado conscientemente: y conocerás a Jehová (v.20). Dios desea darse a conocer a las personas y a las iglesias, eso es lo importante. Lo que le da sentido a la vida es nuestra relación con Dios y con las personas. Nuestro pecado es lo único que lo aleja. ¿Deseas conocer a Dios, al ser quien más te ama?
Omitimos el capítulo 3.
Capítulo 3
Razones de que el capítulo 3 y 1 no son paralelos:
- En el cp 3 no se menciona a los hijos
- Prohibición de ir con otros hombres
- No concordaría con la historia espiritual de restauración
Tampoco se referiría a otra mujer porque tampoco concordaría con esta historia espiritual. “Para un israelita, reconciliar con una mujer así es casi peor que hacerlo desde el principio. De hecho se merecería el apedreamiento. Lv 20:10; Dt 22:22.
Foto de Cullan Smith en Unsplash
Comentarios recientes