“Un Dios emocional”

Jehová está en medio de ti, como poderoso salvador; se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos.
Sofonías 3:17

A veces me imagino a Dios sentado en su trono, o caminando solo por su frio palacio, vigilando a todo el mundo. Atento y pendiente para ver a qué oveja descarriada va a castigar con un cáncer o con perder la cartera con cientos de euros dentro…casi casi como alguien sin sentimientos ni emociones; un ausente y nada implicado gestor de personas.

Pero… Dios no es así, hay multitud de versículos que nos hablan de las emociones y sentimientos de Dios como trinidad y también de cada una de las personas por separado.

Dios es capaz de entablar una amistad (Abraham)
Entiende nuestro humor (Sara)
El Espíritu Santo  se entristece
Dios Padre se recrea en la creación
Jesús lloró, se enfadó, se compadeció.

Creo que Dios, como ser supremo, disfruta de la presencia de su pueblo y es cercano a nuestras emociones y quiere ser parte de nuestro día a día de una manera cercana y familiar.

Ese Dios soberano, maravilloso, creador que puede generar tempestades y ciclones, también esta dispuesto a participar en nuestro día a día como un silbo apacible y consolador.

Sería bueno quizás reflexionar de vez en cuando que emociones y sentimientos estamos trasmitiendo nosotros a nuestro Dios y sobretodo saber que él no es indiferente a nuestro realidad, no quiere ser un espectador  ni que lo dejemos al margen sino ser parte activa de nuestra vida en este tiempo en que aún no lo discernimos claramente

Foto de Vidar Nordli-Mathisen en Unsplash