Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.
2 Corintios 10:4-5
Contenidos
Dios en todo
No encontraremos nada en este mundo que no tenga que ver con Dios. Él es creador, responsable final de la tierra y sus habitantes y quien dirige su historia. No existe aquello por lo que él no se interese. “Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos” (Hch 17:28).
Por tanto, ya sea que aprendamos algo de la realidad (ciencia) , que disfrutemos de la belleza (naturaleza, cultura, arte), o que nos sorprendamos de algún acontecimiento (noticias, deporte), tenemos la oportunidad de pensar en ello como lo haría Cristo. Es bueno que aquello en lo que ponemos nuestra mente sea llevado a él a él. Porque nuestro Padre trabaja y Cristo también (Juan 5:17), y el Espíritu está continuamente activo a nuestro alrededor y en nosotros mismos.
Algunos ejemplos
Si el caso es que estamos leyendo una revista de ciencia, aunque notemos la tendencia a interpretar las cosas como si Dios no participase, nosotros podemos reconocer su poder creativo, su sabiduría e incluso algo de su carácter.
Si el caso es que escuchamos noticias de política, podemos constatar y reconocer cómo el poder y la riqueza se convierten en fuerzas destructivas y esclavizantes. Cómo el pecado domina a las personas y la sociedad, produciendo injusticias que humanamente son insolubles.
En la ficción (películas, series, novelas…) o el arte, podemos observar historias de redención, anhelos de salvación, reivindicación del dolor. En ocasiones con atisbos de un tipo de esperanza. Otras veces, mostrando desesperación.
Un hábito saludable
Por lo que, con cada nuevo conocimiento añadido o acontecimiento vivido, tenemos la oportunidad de llevarlo e interpretarlo bajo el evangelio, la historia completa de la redención, la realidad de la situación humana como criatura, las muestras que quedan del carácter de Dios y la esperanza de una restauración de todas las cosas.
Foto de Jean Vella en Unsplash
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