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Introducción
Puesta en escena
Los niños tienen ideas increíbles, mezclan la fantasía y la realidad, y le salen cosas sorprendentes. Un día en el vestuario de la piscina a la que voy, un niño le explicaba a su padre las cosas buenas de ser niño y de ser niña. Le decía que lo bueno de ser niño era que podía tener un bañador corto, y que lo malo de ser niña es que tenían que ponerse la parte superior del bañador.
Pero el niño siguió reflexionando, eso es algo que todos deberíamos mantener, la capacidad de continuar reflexionando. El niño le dijo al padre que lo que tenía de bueno ser niña es que ellas se abrazaban, y los niños no. Qué bonito, el niño percibía que el abrazo era bueno, pero qué triste que ya estaba aprendiendo que los hombres no se suelen abrazar.
Pero el niño siguió reflexionando, y dijo que lo malo de ser niña es que si se abrazaban podían morirse. Le dijo que lo había visto en las películas. El padre se rió y me miró como diciéndome, las cosas de mi hijo.
Pero como ya estaba estudiando este texto, me pregunté, si de alguna forma, el pueblo de Dios piensa que el abrazo y la presencia de Dios es dañina, en vez de agradable, porque pasamos mucho tiempo rehuyéndolo. Ese era el caso de Israel en tiempos de la reconstrucción de templo. Aunque no era por temor al abrazo de Dios, ellos estaban rehuyendo de su presencia.
Otros datos curiosos
En la última predicación, no comenté algunas cosas, que me gustaría mencionar, aunque sólo sea por curiosidad. En primer lugar, ¿alguien sabe qué significa el nombre Hilario? Es el nombre en latín de Hageo. Hageo, significaba fiesta, como Hilario en latín. De ahí se ha derivado la palabra hilaridad, que denota cierta alegría.
Otra curiosidad es que a Hageo como a Zacarías, en algunas versiones se le han atribuido salmos, 111, 125, 126, 137, 145 al 148. Son Salmos que se compusieron después del exilio . Pero es muy dudoso.
Una tercera curiosidad, es que a Hageo se le conoce como el fundador del judaísmo de la época de Jesús, quien puso las bases para la religión que existía cuando vino Jesús.
Contexto
Estos últimos años en esta iglesia se ha estado hablando de un proyecto. Hageo nos va a hablar de pueblo, del pueblo y de la casa de su Dios. Por lo tanto, vamos a hablar de iglesia, descubrir algunas cosas que Dios desea de su iglesia.
Comenzamos por introducción. Durante 4 o 5 domingos tendremos varios estudios sobre el texto, y finalmente, me gustaría terminar con una reflexión sobre el templo y sobre Jesús en el libro de Hageo.
Para volver a ponernos brevemente en situación, el pueblo acaba de regresar hacía unos 16 años. Habían regresado sobre todo para construir un templo a Dios, habían hecho el fundamento y el altar, pero lo habían abandonado por la presión de sus naciones vecinas y por dejadez.
División del texto
Salvo el primer versículo, este discurso lo podemos dividir teniendo en cuenta la expresión “Así ha dicho Jehová de los Ejércitos”. Jehová de los ejércitos es uno de los nombres de Dios, que es utilizado mucho en los tres últimos profetas después del exilio. Implica el Señorío de Dios sobre todas las naciones. Curiosamente, el pueblo en esos momentos no era para nada poderoso, era una simple provincia del gran imperio persa. Pero a pesar de ser insignificantes como pueblo, tenían a Dios, el Señor de todos los ejércitos.
. v.1 Contexto histórico
. v.2-4. Denuncia de la situación del pueblo
. v 5-6. Primera llamada a la reflexión
. v.7-11. Segunda llamada a la reflexión
1. Contexto histórico
1 En el año segundo del rey Darío, en el mes sexto, en el primer día del mes, vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo a Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y a Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, diciendo:
Ya hablamos en la anterior predicación de este texto, de la época y los personajes. El día puede ser escogido adrede. El día de fiesta de luna nueva, donde podrían estar reunidos en el altar. Todos veían el estado del templo mientras hablaban de él. Números 28:11-15
11 Al comienzo de vuestros meses ofreceréis en holocausto a Jehová dos becerros de la vacada, un carnero, y siete corderos de un año sin defecto;
12 y tres décimas de flor de harina amasada con aceite, como ofrenda con cada becerro; y dos décimas de flor de harina amasada con aceite, como ofrenda con cada carnero;
13 y una décima de flor de harina amasada con aceite, en ofrenda que se ofrecerá con cada cordero; holocausto de olor grato, ofrenda encendida a Jehová.
14 Y sus libaciones de vino, medio hin con cada becerro, y la tercera parte de un hin con cada carnero, y la cuarta parte de un hin con cada cordero. Este es el holocausto de cada mes por todos los meses del año.
15 Y un macho cabrío en expiación se ofrecerá a Jehová, además del holocausto continuo con su libación.
2. Denuncia de la situación del pueblo (v.2-4)
2 Así ha hablado Jehová de los ejércitos, diciendo: Este pueblo dice: No ha llegado aún el tiempo, el tiempo de que la casa de Jehová sea reedificada.
3 Entonces vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo, diciendo:
4 ¿Es para vosotros tiempo, para vosotros, de habitar en vuestras casas artesonadas, y esta casa está desierta?
Antes que nada, notemos la expresión “este pueblo”. Refleja algo de la relación entre Dios y su pueblo. No lo llama mi pueblo, sino como algo alejado, “este pueblo”. Dios habla desde una posición distante, no porque Dios se haya alejado, sino porque su pueblo no apreciaba y deseaba la presencia de Dios.
*** Dos énfasis
Las repeticiones indican énfasis. El otro escuché a una madre decir cuatro o cinco veces la misma expresión. Quería asegurarse de que los demás le habían escuchado, y evidentemente esa frase era importante para ella. En este texto tenemos dos repeticiones parecidas:
a. “No ha llegado aún el tiempo, el tiempo”. ¿Cuándo hacerlo? El pueblo no se negaba, no se rebelaban en el sentido de posicionarse ante Dios y decirle, no, no lo vamos a hacer. Habían regresado para levantar ese templo, pero según ellos no era el momento adecuado.
Por un lado el pueblo toma la palabra para decidir los tiempos, creen que saben mejor que Dios los tiempos en el que se debía hacer. ¿Puede suceder lo mismo con nosotros en nuestra vida espiritual como iglesia y como pueblo? Nosotros tenemos nuestro tiempo, y queremos imponérselo a Dios.
Por otro lado, con respecto al tiempo, las malas circunstancias no justifican el cambio de prioridades. Dios debe ser siempre la prioridad en el tiempo.
b. “Es para vosotros tiempo, para vosotros” ¿Qué había detrás? Egoísmo, indiferencia, ingratitud, olvido de la obra de Dios. Todo esto se ve en que Dios repite el “vosotros”. Es eso lo que tenemos que ser capaces de reflexionar, hurgar y descubrir nuestras verdaderas motivaciones, reconocer los intereses personales que tenemos.
*** Dos contrastes
Además de los dos énfasis, hay también dos contrastes. Los contrastes también son importantes, el otro día hablando con Carlos Egea sobre un cuadro, me enseñaba que algunos efectos del brillo se conseguían con el contraste de otros colores oscuros. El contraste es otra forma de resaltar y dar importancia.
a. El primer contraste: “así ha hablado Jehová” con “este pueblo dice”. Quizás hoy en día las palabras han perdido valor. Estamos acostumbrados a palabras vacías, falsas, promesas que sabemos que no se van a cumplir, debates abstractos que no hablan de la realidad. Pero para Dios las palabras son importantes, tanto es así que a Jesús mismo se le llama el verbo o la palabra. Porque la palabra implica intención y acción.
“El pueblo dice”, el pueblo había tomado la iniciativa, y hablando se había preguntado qué es lo que Dios tenía que decir. Lo que debemos de tener en cuenta es que cuando es Dios quien dice, quien habla, las palabras del pueblo quedan en evidencia.
b. Con el segundo entramos en el contenido, el problema de fondo: desierto y habitado. Sus casas estaban habitadas, en ellas se podía vivir y quedarse a dormir porque estaban techadas, y además parece ser que bien techadas, porque la expresión “artesonado”, puede referirse a un techo de lujo, hecho con madera que era algo escaso en Israel.
¿Qué es habitar, morar en un lugar? Podemos pensar en la expresión “sentirse como en casa”. Tener un lugar al que regresar después del trabajo, en el que compartir una comida, un lugar donde tener intimidad, donde no sentirse solo. Creo que esto es importante, porque la cuestión no era sólo tener un edificio, sino desear y permitir que Dios habitara con su pueblo, que Dios se sintiera parte de él, poder intimar con él, compartir con él. Creo que en el fondo de todo el reproche Dios les recrimina que no deseaban su presencia, ¿es que iba a hacerles algo el abrazo de Dios?
La situación de la casa de Dios era contraria a la de habitada, era desierta, o como dicen otras versiones “en ruina, desolada”. Ellos tenían techo, a Dios le dejaban en la intemperie. Sus casas estaban completas, terminadas, la de Dios estaba inacabada. Empezar no era suficiente, poner las bases y el altar no eran suficiente. Así mismo, levantar el pueblo de Dios no implica sólo un primer impulso, significa perseverancia en la obra, impulsada por el deseo de vivir la presencia de Dios.
*** Para reflexionar
¿Es un mensaje actual? Somos mayordomos de nuestro tiempo y de nuestros recursos, ¿a qué le estamos dando prioridad? ¿es reunirnos con Dios y su pueblo una de nuestras prioridades?
La situación no era como la de antes del exilio, no había idolatría. Sin embargo, no es suficiente con no cometer grandes pecados. Tampoco podemos dejar de hacer lo que debemos. Pablo les dijo a los de Galacia: Vosotros corríais bien; ¿quién os estorbó para no obedecer a la verdad? (Gálagas 5:7)
3. Primera llamada a la reflexión
5 Pues así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad bien sobre vuestros caminos.
6 Sembráis mucho, y recogéis poco; coméis, y no os saciáis; bebéis, y no quedáis satisfechos; os vestís, y no os calentáis; y el que trabaja a jornal recibe su jornal en saco roto.
*** La reflexión
Estas dos secciones van a tener ciertas repeticiones de ideas: un llamado a la reflexión, y el contenido de la reflexión que es algo así como “mira lo que pasa ahora”.
La frase del versículo 5 dice literalmente algo así: “poned vuestro corazón sobre vuestros caminos”. Es un llamado a una reflexión seria y profunda. Es tomar una decisión acerca de lo que se ha hecho hasta ahora, y de lo que queda por delante, para modificarlo. Esto es un proceso doloroso, reconocer que lo que hemos hecho hasta ahora no tiene sentido, es doloroso, es reconocer que hemos perdido el tiempo. Imagínense, 16 años perdiendo el tiempo en lo que es vano. ¿Cuántos años lo hemos hecho nosotros? Aún se puede modificar nuestro camino y hacer que lo que quede sea aprovechar el tiempo y no perderlo.
*** La satisfacción
¿Qué es lo que tenían que reflexionar? Que su esfuerzo humano estaba siendo inútil, no servía para nada. No porque el esfuerzo fuese malo, sino porque estaba mal encaminado.
El versículo 6 hace referencia a la cantidad, en otras versiones es más claro, como el la de las Américas: “Sembráis mucho, pero recogéis poco; coméis, pero no hay suficiente para que os saciéis; bebéis, pero no hay suficiente para que os embriaguéis; os vestís, pero nadie se calienta; y el que recibe salario, recibe salario en bolsa rota.”
Esto no debía ser nuevo para los Israelitas, ya que era una maldición dicha por Dios hacía varios siglos por medio de Moisés, en Deuteronomio 28:38-41
38 Sacarás mucha semilla al campo, y recogerás poco, porque la langosta lo consumirá.
39 Plantarás viñas y labrarás, pero no beberás vino, ni recogerás uvas, porque el gusano se las comerá.
40 Tendrás olivos en todo tu territorio, mas no te ungirás con el aceite, porque tu aceituna se caerá.
41 Hijos e hijas engendrarás, y no serán para ti, porque irán en cautiverio.
Todo el fruto perdido, fruto escaso y que no satisface. Porque sólo en Dios se encuentra la verdadera satisfacción.
Jesús se encontró una vez con una mujer. Una mujer que buscaba satisfacción en diferentes maridos como si de vasos de agua se tratara para calmar su sed. Sólo Jesús podía calmar esa sed. Solo Dios es el agua y el pan que calman la sed y hambre espiritual del hombre.
4. Segunda llamada a la reflexión
7 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad sobre vuestros caminos.
8 Subid al monte, y traed madera, y reedificad la casa; y pondré en ella mi voluntad, y seré glorificado, ha dicho Jehová.
9 Buscáis mucho, y halláis poco; y encerráis en casa, y yo lo disiparé en un soplo. ¿Por qué? dice Jehová de los ejércitos. Por cuanto mi casa está desierta, y cada uno de vosotros corre a su propia casa.
10 Por eso se detuvo de los cielos sobre vosotros la lluvia, y la tierra detuvo sus frutos.
11 Y llamé la sequía sobre esta tierra, y sobre los montes, sobre el trigo, sobre el vino, sobre el aceite, sobre todo lo que la tierra produce, sobre los hombres y sobre las bestias, y sobre todo trabajo de manos.
*** La casa de Dios
Después del segundo llamado a la reflexión, Dios llama a la acción. Subid al monte, haciendo referencia probablemente a un lugar en el que obtenían la madera, ya en los alrededores de Jerusalén era un bien escaso.
En el versículo 8 tenemos la finalidad de la construcción de la casa:
a. “Pondré en ella mi voluntad”
La expresión de la Reina Valera del 60 no es la más adecuada. Las otras versiones son más fieles al sentido original:
NVI y 95 : me complaceré en ella
Américas: para que me agrade de él
Peshita: para que me agrade en él
¿Quién no se alegra de tener su propia casa en la que vivir? Pero ¿es que Dios iba a vivir en un templo pequeño? ¿le gustaría estar allí, limitarse a aquel lugar minúsculo? Es algo impresionante, el Dios omnipresente, el Dios que todo lo abarca, enorme que tiene su morada en los cielos, desea complacerse en un templo, en medio de un pueblo que le adora.
b. “y seré glorificado”
La NVI dice “manifestaré mi gloria”. Cuando se instauró el tabernáculo, la gloria de Dios bajó sobre él (Éxodo 40:34-35). Cuando se inauguró el templo sucedió lo mismo (1 Reyes 8:11-13).
Dios hacía referencia a estos pasajes, aunque con la nueva edificación no sucedieron estas cosas visibles, la gloria de Dios estaba con su pueblo, él moraba en medio de la oscuridad de la tierra.
Referencia a Jesús, la luz en medio de la oscuridad, la manifestación de la gloria de Dios en forma de persona.
*** ¿Hacia dónde corres? (9)
Después de la instrucción, se repite nuevamente: reflexiona, mira tu situación. Buscas y guardas, pero en vano. Todo se dispersa. Es una situación como la crisis actual. Con el miedo todos hemos pensado en guardar. Pero en el fondo todos sabemos que puede llegar un momento en que eso sea también inútil, porque el dinero puede perder su valor.
La razón era que en vez de ir hacia la casa de Dios, corrían hacia sus casas. La expresión habla del afán, pero es muy gráfica.
¿Qué se hace cuando se corre hacia sus casas? Se le da la espalda a la casa de Dios. De esta idea yo me he hecho una reflexió: ¿hacia dónde corremos? Todos hemos visto esas imágenes cuando alguien se encuentra con una persona a la quien ama, el corazón nos lleva a correr, a darnos prisa. ¿Es eso lo que sentimos por estar en la presencia de Dios con su pueblo? ¿Cuál es nuestra prioridad?
*** Retenciones
Para terminar antes de las conclusiones, hacer sólo una reflexión en una palabra: los frutos son retenidos, detenidos. Están ahí, a punto de salir, pero esperan a que las condiciones sean las apropiadas. Como a veces la semilla que es plantada, en algunos momentos no salen, pero algunas plantas tienen la capacidad de esperar durante mucho tiempo a que las condiciones sean idóneas y entonces salen después quizás de años.
¿Y si nuestro egoísmo está reteniendo los frutos de la iglesia?
Conclusiones
Escucho emisiones en francés, y esta semana vi que habían puesto temas que me interesaban. Eran preguntas sobre el equivalente examen de la PAU en Francia, en este caso en la materia de Filosofía. Una de esas preguntas sobre las que iban a hablar era ¿se puede ser del todo desinteresado?
Creo que es a eso hacia lo que debe aspirar el creyente, poner en primer lugar a Dios, no a sí mismo, luego a los demás y él en último lugar. ¿Se puede alcanzar? Es muy difícil, pero debemos aspirar a ello.
Como ejemplo tenemos a Pablo, quien quiera leerlo, en Filipenses hay textos preciosos en los que Pablo se pone como ejemplo de desinterés.
Para terminar, una poesía de Santa Teresa de Jesús, muy conocido:
No me mueve Señor
Autora: Santa Teresa de Jesús
No me mueve mi Dios, para quererte,
El cielo que me tienes prometido,
Ni me mueve el infierno tan temido
Para dejar por esto de ofenderte.
Tú me mueves Señor, muéveme el verte,
Clavado en esa cruz y escarnecido,
Muéveme el ver tu cuerpo tan herido,
Muéveme tus afrentas y tu muerte.
Muéveme en fin tu amor y en tal manera
Que aunque no hubiera cielo yo te amara
Y aunque no hubiera infierno, te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera,
Pues aunque lo que espero no esperara,
Lo mismo que te quiero, te quisiera.
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