Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí;

Juan 5:39

Estudiando el credo estos días, concretamente la parte que dice :

“ Y en Jesucristo, su único Hijo” me preguntaba porqué Dios usaba la figura de un hijo para revelarnos a Cristo.

En mi propia autocomplacencia le conté a los alumnos de la Escuela Dominical que probablemente, al tener nosotros familias, podríamos entender la relación entre Dios y Jesús al identificarla fácilmente con la existente entre un padre y su hijo; sin embargo, uno de los alumnos me dijo que quizás Dios había creado las familias para que fuéramos nosotros los que entendiéramos la relación entre Él, Dios Padre, y Jesús, Dios Hijo.

Esa diferente interpretación de una misma verdad, me ha hecho pensar posteriormente que muchas veces interpretamos La Biblia poniéndonos en el centro a nosotros mismos.

Con la idea, no totalmente incorrecta, de que La Biblia es la revelación de la voluntad de Dios para el hombre, quitamos a Dios del centro y la interpretamos en base a nuestra realidad, perdiéndonos a veces ideas tan bonitas como la que me proponía el alumno en clase… “¿y si en realidad la familia fuera una creación de Dios para que entendiéramos como es la relación entre Dios Padre y Jesús Hijo? O incluso si para que entendamos mejor la relación entre Dios y la iglesia, Dios instituyó el matrimonio.

Parece que tendemos a creer que es nuestra realidad, lo que conocemos, nuestro entorno lo que explica a Dios, pero este nuevo punto de vista nos hace ver que realmente es al revés, es decir, todo lo que nos rodea es una interpretación de lo que ya Dios conoce, sabe y nos trasmite. Somos (o debemos aspirar) a ser un reflejo suyo, tanto como personas individuales como en nuestras relaciones sociales; somos “imagen (reflejo) De Dios” porque así fuimos creados

¿Cómo podría cambiar nuestra visión de las verdades divinas si quitamos a “yo” del centro de la interpretación y ponemos en el medio a Dios, Jesús y santo Espíritu?

¿Nos atrevemos?

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