Introducción

En el capítulo 4 comenzamos a estudiar la segunda parte del libro de Oseas. En los tres primeros capítulos se narra la historia de Oseas, y cómo su historia representa la relación de Dios con su pueblo. Dios le pide a Oseas que se case con una mujer que se dedicaba probablemente a la prostitución sagrada. Él lo hace. Su mujer se llama Gomer. Gomer tiene tres hijos cuyos nombres son indicios de la ruptura de la relación entre el pueblo y Dios, ya que el pueblo, como Gomer, rompe su pacto. Gomer le es infiel a Oseas, volviendo nuevamente a ejercer la prostitución sagrada, e Israel le es infiel a Dios adorando a falsos dioses. No obstante, en estos capítulos ya se habla también de la misericordia de Dios, quien toma la iniciativa para restaurar la relación e incluso mejorarla.

Recordemos que Oseas vivió al final del reinado de Israel del Norte, las diez tribus que se separaron de la monarquía de David. Pocos años después de Oseas, el imperio Asirio entra en sus ciudades y deporta a la mayoría de la población. Este hecho es, en parte, el que predice Oseas. Oseas profetizó bajo el reinado de Jeroboan II, el cual fue un reinado próspero económicamente y militarmente hablando. Por eso parte el mensaje de Oseas pudo haber sido totalmente ignorado, porque la sociedad, a pesar de su decadencia moral, veía que económicamente iban bien.

Características de la segunda parte del libro

Estudiar un libro como Oseas puede ser bastante difícil, pero no tanto por el escritor, sino por nuestra forma de estudiar. Se nos ha enseñado a dividir los textos por temas, a analizarlos de forma lineal y estructurada. Pero ese no era el estilo de muchos escritores de la antigüedad. Sus escritos eran más poéticos, no analíticos.

Por ejemplo, si leemos un libro sobre la anatomía humana, podríamos ver que está divido quizás por aparatos (el respiratorio, aparato motor, aparato digestivo, etc). Luego, en la sección del aparato digestivo encontraríamos temas por los órganos: el estómago, el intestino delgado, etc. Oseas, ni alguno de los escritores de su época no escribe así, él habla de un tema y con éste surge otro y lo trata también, más adelante puede volver al anterior. No hay un orden claramente establecido.

División del texto

No obstante, a pesar de lo que acabo de decir, sí vamos a dividir este capítulo para tratarlo más fácil, y para relacionarlo con tres ideas y enseñanzas que me gustaría enfatizar. Además, a pesar de no haber divisiones, claras, sí hay ciertas estructuras poéticas.

A. Primera estructura poética:

Hay una concordancia poética: Diagnóstico y castigo. Lo podemos ver en la siguiente serie de versículos:

  • Versículos 1-3
  • Versículos 4-5
  • Versículo 6
  • Versículo 7
  • Versículos 8-11
  • Versículos 12-14
  • Versículos 15-19

B. Segunda estructura poética

He pensado que la forma de tratar los temas es recurrente, es decir que se repiten ciertas ideas como unión de diferentes temas. Es como un resorte, o como un dibujo de los que se hacen en caligrafía. Se escribe una curva hacia adelante, luego se hace un círculo hacia atrás para continuar la curva nuevamente hacia adelante:

Se comienza por un tema y a partir de ahí se inicia otro, pero mientras se trata el segundo tema, es frecuente volver a mencionar el anterior. Luego se parte a un tercer tema, y también hay un momento en el que se retoma una idea del anterior. 

Voy ahora a explicarlo un poco con el texto:

  • Los tres primeros versículos hablan de una acusación al pueblo basadas en pecados sociales y derivadas de tres razones: falta de fidelidad, de amor y de conocimiento de Dios.
  • Los versículos 4 al 11 tiene otro tema principal, que es la corrupción del sacerdocio, y retoma ideas anteriores como la acusación y la falta de conocimiento de Dios. Se termina mencionando la fornicación.
  • En los versículos 12 al 19, el tema que se repite es el de la fornicación como símbolo de la idolatría, el que se mencionó al final del bloque anterior.

Es por eso que determinar cuando deja de hablar de algo y cuando empieza con otra cosa es difícil, y puede que haya diferencia de opiniones en cómo estructurar el pasaje, pero esta es mi observación particular.

Ahora hablaremos de estos tres grupos de versículos por separado, donde espero que podamos aprender enseñanzas personales para nuestras vidas.

Consecuencias, síntomas y enfermedades (1-3)

1 Oíd palabra de Jehová, hijos de Israel, porque Jehová contiende con los moradores de la tierra; porque no hay verdad, ni misericordia, ni conocimiento de Dios en la tierra. 

2 Perjurar, mentir, matar, hurtar y adulterar prevalecen, y homicidio tras homicidio se suceden. 

3 Por lo cual se enlutará la tierra, y se extenuará todo morador de ella, con las bestias del campo y las aves del cielo; y aun los peces del mar morirán. 

Algo que aprendemos todos con respecto a nuestro cuerpo es a diferenciar entre síntomas y enfermedad. El síntoma es aquello que apunta a la existencia de una enfermedad. Si no se descubre cuál es ésta, las consecuencias de la enfermedad pueden acabar en la muerte. Hoy esto está a la orden del día con las numerosas series que existen sobre hospitales y enfermedades. En estos tres versículos tenemos una imagen parecida:

  • Consecuencias: ¿Cuáles son las consecuencias de la enfermedad? Los que tenemos en el versículo 3. La muerte. Fíjense que son las consecuencias que hoy estamos viviendo: destrucción de nuestro medio ambiente: sequías, enfermedades emocionales, muerte de personas y animales, y supongo que Oseas podría haber ampliado la lista y sería igual que la que podríamos hacer hoy. 

En nuestra sociedad, para solucionar estos problemas, vemos que nos animan a que no tengamos conductas destructivas con el medio: ahorrar agua, conducir bien, ser solidarios, etc. Pero aunque esto no está mal, no será suficiente, por que sólo estamos trabajando las consecuencias, hay una enfermedad detrás.

  • Síntomas: ¿De donde vienen esas consecuencias? En este caso, los síntomas es el pecado destructivo que se manifiesta al tener la enfermedad. Los tenemos descritos en el v.2. En resumen lo podemos llamar llanamente una decadencia moral. Los pecados que Oseas nombra es la ruptura de los diez mandamientos. Es la falta de moral que inunda esta sociedad la que provoca la destrucción de nuestro medio, de la tierra. Mentira, robo, adulterio, asesinato. Ya sea hacia el ser humano, hacia la naturaleza o hacia Dios. El bien propio a costa de la destrucción de lo que nos rodea.

¿Qué está haciendo la iglesia frente a esta depravación moral? Quizás podríamos decir que nosotros nos somos partícipes, pero estamos siendo espectadores y a veces nos divertimos siendo espectadores de la inmoralidad ¿no es eso lo que hacemos cuando disfrutamos de los asesinatos, las venganzas, los adulterios, las mentiras que se plasman en el cine? Y quizás ni siquiera en el cine, quizás en nuestros compañeros o amigos, y nos reímos con ellos.

  • La verdadera enfermedad: darle la espalda a Dios, olvidarse de él, no conocerle. Es cierto que es necesario tomar medidas sociales para tratar las cosas negativas de esta sociedad, y debemos hacerlo. Pero Dios nos plantea que no es ese el problema principal. Mientras la sociedad le de la espalda a Dios, habrán pocos cambios. La iglesia debe ser luz compartiendo el evangelio, mostrando a la sociedad que Dios existe y que puede transformar vidas. ¿Te preocupa la sociedad actual? A Oseas le preocupaba y hablaba claramente de la raíz del problema.

Oseas plantea tres pilares de la relación con Dios, que pueden ser tres pilares para cualquier relación humana, sobre todo la matrimonial, no olvidemos que seguimos en el contexto del matrimonio de Oseas como imagen de la relación de Dios con su pueblo. En la versión Reina Valera tenemos las palabras “verdad, misericordia y conocimiento de Dios”, pero todos los comentaristas en general creen que las palabras más correctas serían: “fidelidad, amor y conocimiento de Dios”.

Estos tres pilares necesariamente deben encontrarse juntos, si alguno de ellos falta, la relación empieza a romperse. Hay que destacar que con respecto a la verdad y al amor, los dos están también relacionados en el Nuevo Testamento, sobre todo en los escritos de Juan.

  • Fidelidad: cuántos matrimonios han intentado fundamentar su relación sólo en la fidelidad, pero habiendo perdido el amor. Muchos de estos matrimonios perduran en el tiempo, y eso es bueno, pero la relación entre ellos no es precisamente lo que Dios deseaba. Muchas veces en dichos matrimonios se produce mucho dolor y sufrimiento, sentimientos de rencor, soledad. Aunque hasta el fin se mantenga esta relación, en realidad tiene de todo menos relación. Es simplemente un contrato social, pero no una relación.

Esto puede ocurrir también en una relación con Dios, ya sea de una persona o de una iglesia, en la que el cumplimiento del contrato es lo único que importa, y las relaciones de amor no existen. En este tipo de relaciones es donde se cultiva el legalismo, viviendo la esclavitud en vez de la libertad.

  • Amor: el otro extremo lo comparten aquellos que basan su relación sólo en el amor, confundiendo éste con un sentimiento. El amor tiene indudablemente mucho de sentimiento, pero en momentos de crisis de un matrimonio, que siempre los hay, los sentimientos son muy confusos y contradictorios. En estos momentos el amor tiene que ir más allá, sosteniéndose por un fuerte compromiso: el de la fidelidad. Hoy en día incluso existen parejas que refieren que se aman pero se permiten entre ellos mantener relaciones sexuales con otras personas, dicen que mientras el otro lo sepa y no le moleste no está mal.

¿Y qué con respecto a la iglesia? En ocasiones pretendemos tener una iglesia sana basándola en las buenas relaciones personales pero dejando a un lado la fidelidad. Queremos tener un pie en el mundo, disfrutando de todo aquello que no agrada a Dios, y por otro lado continuar una aparente buena relación con nuestro salvador.

  • Conocimiento de Dios: la expresión conocimiento no se refiere a una serie de conceptos, o de comprender con la inteligencia a Dios. La palabra hace alusión a un conocimiento íntimo de una persona, como un esposo o esposa conocen a su respectivo cónyuge. El resultado del amor junto con la fidelidad es este conocimiento o relación íntima. ¿Podrías afirmar categóricamente que estás teniendo una relación íntima con Jesús? Decir sin tapujos: “Jesús es mi mejor amigo”. Aquí debo admitir la naturalidad con que un niño puede decirlo. Mi hija a aprendido a amar a Dios y nos llega a decir que ama a Jesús más que a nadie, incluso más que a nosotros sus padres y que ya le gustaría estar con él. Cuando la he escuchado me ha asombrado y me ha enseñado a valorar esa relación íntima con mi Jesús.

Corrupción del liderazgo (4-11)

4 Ciertamente hombre no contienda ni reprenda a hombre, porque tu pueblo es como los que resisten al sacerdote. 

5 Caerás por tanto en el día, y caerá también contigo el profeta de noche; y a tu madre destruiré. 

6 Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos. 

7 Conforme a su grandeza, así pecaron contra mí; también yo cambiaré su honra en afrenta. 

8 Del pecado de mi pueblo comen, y en su maldad levantan su alma. 

9 Y será el pueblo como el sacerdote; le castigaré por su conducta, y le pagaré conforme a sus obras. 

10 Comerán, pero no se saciarán; fornicarán, mas no se multiplicarán, porque dejaron de servir a Jehová. 

11 Fornicación, vino y mosto quitan el juicio. 

España es un ejemplo de corrupción. En la prensa española, la corrupción de los alcaldes de los municipios está a la orden del día. Pero mi asombro fue ver que ha llegado a tal punto que se ha convertido en un tema del que se habla también en la prensa internacional. Aunque en todos los países existe la lacra de la corrupción, en España parece que tenemos el récord dentro de los países occidentales, o al menos en Europa. Pues esa corrupción puede que se viva también dentro del pueblo de Dios.

A. El papel del sacerdocio

El sacerdote era el mediador entre el pueblo y Dios. Una de sus labores principales era la de ofrecer los sacrificios a Dios, distintos tipos de sacrificio como la ofrenda, los de pecado, los de alabanza, etc. El sacerdote en muchos de estos sacrificios, parte del animal o de la ofrenda vegetal se quemaba al fuego y parte era para la alimentación de ellos. La muerte de estos animales representaba la muerte de Cristo. Reflejaban que sólo por medio de un sacrificio podía una persona presentarse ante su Dios.

B. El sacerdocio particular

En este texto encontramos una denuncia al liderazgo de Israel. Habla de los profetas, pero sobre todo del sacerdocio.

De ellos dice en el versículo 4 que son el punto de mira del pueblo, con quienes se contienden como excusa. Este versículo es uno de los más difíciles de traducir y encajar en el sentido del texto. Pero después de leer varias propuestas, me he hecho la mía propia. Lo que es evidente es que Dios señala que nadie puede acusar a nadie porque todos son culpables. Y probablemente a quien era más fácil acusar era al sacerdote, echándole la culpa a él como ejemplo de que hacía algo mal. Es quizás por el v.9 que creo que tiene ese sentido, porque en el 9, Dios dice que tanto el uno como el otro recibirán su castigo, el pueblo no se puede justificar por que el sacerdote no cumpla, aunque sí tenga gran parte de la integridad moral de todo el pueblo.

También se dice de los líderes que caerán junto con el pueblo en el v.5, y que el resultado final será la destrucción del pueblo (la madre es símbolo del pueblo, la esposa, Gomer).

Además que cuantos más eran (el v.7 se traduce mejor: “cuanto más aumentaban”, refiriéndose a los sacerdotes), más aumentaba también la maldad.

Por último hacen una alusión a su servicio. En muchas de estas ocasiones, el sacerdote abusaba del pueblo y no hacía los sacrificios correctamente. De él se dice que comía del pecado de su pueblo. Esto en parte debía ser así como ya he dicho, porque parte de los sacrificios era para su alimento. Pero lo que parece que denuncia es que se alegraba y esperaba que el pueblo pecara para sacar provecho de ello. Por otro lado, otra práctica que se hacía desde mucho antes era la de los hijos de Elí, Ofni y Finees, quienes tomaban más de lo permitido de los sacrificios ofrecidos.

¿Qué tiene que ver esto con nosotros? Gracias a Dios en esta iglesia no se ha vivido un liderazgo así, aunque no es ajeno a la iglesia de Dios en este mundo. He leído hace poco de un escritor a quien le pidieron si podía predicar, él dijo que sí y entonces le preguntaron que cuanto cobraba. El pastor dijo que nada, que si tenía la disponibilidad iba. Pues le contestaron que otro pastor les cobraba una cantidad por cada persona que iba a escuchar. Esto está ocurriendo tristemente hoy.

Pero aunque no haya un beneficio económico, aún debemos preguntarnos:

  • ¿Estás sacando un provecho personal de tu ministerio? Toda corrupción en definitiva busca eso, aunque sea simplemente el provecho de tener una buena imagen. ¿Está tu vida corrompida por algún pecado que no deseas abandonar, y a su vez mantienes un ministerio para presentar una imagen “cristiana”?
  • Como padre y como madre ¿estás cumpliendo tu papel al enseñarles a tus hijos, a dirigir a tus hijos hacia Dios?

C. El sacerdocio como pueblo

El sacerdocio no era una particularidad de la familia de Leví, sino era la función de todo el pueblo con respecto a toda la humanidad. Vamos a leer algunos versículos.

Dios le dice a Abraham:

Bendecirá a los que te bendijeren y a los que te maldijeren maldeciré, y serán benditas en ti todas las familias de la tierra” (Génesis 12:3 22:18)

Dios le dice a Moisés:

Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa. Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel” (Éxodo 19:6)

Un salmo anónimo dice:

Dios tenga misericordia de nosotros, y nos bendiga

Haga resplandecer su rostro sobre nosotros;

Para que sea conocido en la tierra tu camino,

En todas las naciones tu salvación”. (Salmo 67:1-2)

El v.6 de este texto nos narra otra triste consecuencia de desechar la relación personal con Dios: ser destituido como sacerdote para la humanidad.

¿Y la iglesia? Vamos a leer en  1ª Pe 2:9.

Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable”.

Es ahora la iglesia la que tiene el papel del sacerdocio, no en el sentido de ofrecer sacrificios, sino en el que es canal para que toda la humanidad conozca el evangelio ¿estamos siendo sacerdotes en nuestra tierra?

D. La insatisfacción

Es curioso cómo cuando un ser humano busca satisfacción fuera de Dios, nunca es satisfecho.

Antes de seguir debo hacer otra aclaración a la traducción del v. 11. En el hebreo no existían signos de puntuación. Es decir no habían puntos ni comas que indicaran donde acababa y empezaba una frase. En la Reina Valera el v.11 la tenemos como una frase suelta. Sin embargo, es posible que forme parte del versículo anterior. La NVI lo traduce así:

Comerán, pero no quedarán satisfechos; se prostituirán, pero no se saciarán; porque han abandonado al Señor para entregarse a la prostitución y al vino, ¡al mosto que hace perder la razón!

Tanto el sacerdocio como el pueblo, trataba de buscar al satisfacción sólo en lo que esta vida ofrece, incluyendo cosas buenas como pecaminosas, y la práctica del pecado, fuera de la relación con Dios les impedía disfrutar de estas cosas. La verdadera satisfacción sólo se encuentra en Dios. El libro de Eclesiastés es una declaración de esta verdad.

La idolatría (12-19)

A. La nueva guía del pueblo: su propio pecado (12-14)

12 Mi pueblo a su ídolo de madera pregunta, y el leño le responde; porque espíritu de fornicaciones lo hizo errar, y dejaron a su Dios para fornicar. 

13 Sobre las cimas de los montes sacrificaron, e incensaron sobre los collados, debajo de las encinas, álamos y olmos que tuviesen buena sombra; por tanto, vuestras hijas fornicarán, y adulterarán vuestras nueras. 

14 No castigaré a vuestras hijas cuando forniquen, ni a vuestras nueras cuando adulteren; porque ellos mismos se van con rameras, y con malas mujeres sacrifican; por tanto, el pueblo sin entendimiento caerá. 

Israel había tomado las costumbres de los pueblos vecinos de ir a la montaña y adorar a dioses falsos, puede que esculpidos en los árboles. Ellos preguntaban a esas esculturas de madera y recibían una respuesta ¿qué les contestaba? Lo que ellos querían oír: su tendencia al pecado. ¿No es lo que hacemos muchas veces, buscar la información en donde sabemos que nos van a permitir hacer lo que no debemos?

El v.14 Dios minimiza en parte el pecado de las hijas que tras el ejemplo de sus padres, se dedican a la prostitución sagrada ¿no es lo que hacen sus padres? ¿Por qué entonces ellas debían hacer algo diferente? Evidentemente, las consecuencias llegarán, pero Dios resalta la responsabilidad de los padres y los líderes con respecto a los que nos siguen detrás.

¿Estamos exigiendo a nuestros hijos o jóvenes algo que nosotros no estamos cumpliendo? ¿Les pedimos respeto cuando nosotros no respetamos? ¿Les pedimos integridad sexual cuando nosotros disfrutamos de la sexualidad depravada que aparece en la televisión?

B. El mal ejemplo a no seguir (v.15)

15 Si fornicas tú, Israel, a lo menos no peque Judá; y no entréis en Gilgal, ni subáis a Bet-avén, ni juréis: Vive Jehová. 

Gilgal era un santuario importante cerca de Jericó (véanse Jos 4.19 nota f e Índice de mapas). Bet-avén, en hebreo, significa casa de iniquidad. Oseas aplica este calificativo, en forma despectiva, cuyo nombre significa casa de Dios y era, a su vez, un santuario importante de Israel.

C. La rebeldía (v.16- 19)

16 Porque como novilla indómita se apartó Israel; ¿los apacentará ahora Jehová como a corderos en lugar espacioso? 

17 Efraín es dado a ídolos; déjalo. 

18 Su bebida se corrompió; fornicaron sin cesar; sus príncipes amaron lo que avergüenza. 

19 El viento los ató en sus alas, y de sus sacrificios serán avergonzados. 

Qué desagradable es un hijo rebelde. De esos he visto unos cuantos en mi trabajo, y mi oración es que mis hijos no lo sean y que mi educación no se dirija a ello.

Efraín era como una oveja que no se sometía a su pastor. La rebeldía de Efraín fue unirse a los ídolos (v.17). Esta expresión sigue teniendo relación con el matrimonio, haciendo alusión a que Efraín se casó con los ídolos. Esta unión implicaba la fornicación, la bebida y la vergüenza. La consecuencia para el pueblo es la venida de Asiria y la deshonra del pueblo (“el viento” se refiere probablemente a Asiria)..

¿Qué tipo de actitud se promueve en nuestra sociedad? La de reclamador, la de seguro de sí mismo, la mujer y el hombre indomable. Dios nos compara como ovejas que debemos de ser sumisos, y el que no lo es, no será llevado a los buenos pastos, sino probablemente será la mejor para sacrificar.

Conclusiones

  • Oye, pueblo de Dios: así comienza este texto. En apocalipsis las cartas a las iglesias terminan con la conocida frase: “el que tiene oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias”, y cuando Dios habla al hombre espera una respuesta, sobre todo de arrepentimiento. ¿Te has visto reflejado en alguna de estas acusaciones? Dios espera que oigas y te arrepientas.
  • Reflexiona sobre tu relación con Dios ¿lo estás olvidando? ¿Se basa esa relación en la fidelidad, en el amor y en la intimidad con Él?
  • Dios nos pedirá responsabilidades como pueblo, él nos ha hecho sacerdotes. El papel que debíamos hacer por amor a los otros, hemos cumplido de forma egoísta. Queriendo mantener la relación con Dios mientras disfrutamos del pecado. Esto producirá insatisfacción.
  • Deja de darle la espalda a Dios
  • Deja de ser espectador activo o pasivo de lo que sucede en tu familia, en tu iglesia y en tu sociedad
  • Comienza a sanar la verdadera enfermedad de esta iglesia y sociedad
    • Sirve en tu familia
    • Sirve en tu iglesia
    • Sirve en tu sociedad (evangeliza)

¿Cuál es la actitud que tienes ante Dios primeramente y ante los que te rodean? ¿La de servicio, la de gracia, la de sometimiento a la voluntad de Dios y de lo que le agrada, la de mutua dependencia con los hermanos de la iglesia? ¿O es más bien la de rebeldía y la búsqueda total de la independencia?

Foto de Cullan Smith en Unsplash