Introducción

Esta es la última predicación sobre Hageo, es un texto pequeño, por lo que la predicación va a ser quizás un poco distinta, porque nos pararemos más en las dos ideas, y porque al final haremos algunas aplicaciones del libro en general.

Leí de uno de los escritores que más me ha gustado, Philip Yancey, que él escribía para recuperar el significado de las palabras de la Biblia que con el transcurso de tiempo se han transformado. Uno de sus libros fue el que me hizo reflexionar acerca de la gracia y durante varios años he estado pensando en ello y fruto de eso fueron los estudios que preparé para el retiro.

Estas últimas semanas he estado leyendo un libro de las publicaciones Básicos de Andamio en los que se hacía una introducción sobre el Postmodernismo. El postmodernismo hace hincapié en que no existen verdades fundamentales, ni siquera la ciencia misma ya es una verdad, ni el ateísmo. Todo es interpretable, todo es según cómo lo mire cada persona. Hoy no hay un problema ecológico, bueno para algunos puede que haya, para otros no y las dos formas de pensar son respetables y aceptables. Estas semanas he estado pensando en el verdadero significado bíblico y correcto de lo que debe ser la verdad para nosotros.

Una tercera palabra en la que he estado pensando durante este estudio es la Esperanza. Quizás no sea el único punto de vista (y esto lo digo porque tengo algo de postmodernista) en el que se puede estuidar este texto, pero aunque no lo parezca al principio, Hageo está hablando aquí de esperanza.

Contexto

Como siempre, antes de continuar tenemos que hacer un pequeño repaso para saber dónde estamos.

Contexto histórico

Israel había estado 70 años en el exilio, 70 años muchas personas fuera de su tierra. Después de 70 años un buen número de ellos habían regresado y con el primer entusiasmo comenzaron a edificar el templo, pero por desgana y por temor a los pueblos vecinos habían parado la construcción. Unos diez años después dos profetas, Hageo y Zacarías, animan al pueblo para continuar la obra.

Contexto del texto

Es la cuarta profecía, y la más pequeña de todas, pero no la más fácil. 

Para tener una visión panorámica de todo el libro, que no es tan difícil ya que es muy corto, en el primer capítulo, para mí el más hermoso, tenemos una primera profecía y la respuesta del pueblo a la misma. Esta primera profecía habla de las prioridades: los israelitas que habían vuelto para construir el templo, lo habían abandonado, y Hageo les anima al arrepentimiento y a volver a la obra. En este capítulo está también la respuesta positiva del pueblo.

En el segundo capítulo están las otras tres profecías, y no se registra la reacción del pueblo o de los dirigentes. Con la segunda profecía, Hageo les sigue animando a que continúen la construcción ante el desánimo al ver que el templo parecía que iba a ser tan impresionante como el de Salomón que se había destruido, y ante la dificultad de conseguir los materiales necesarios.

En la tercera profecía o discurso, que fue la anterior predicación, creo que Hageo sigue haciendo hincapié en el desánimo, pero esta vez porque el tiempo había pasado, ellos habían respondido positivamente, pero parecía que las bendiciones en los cultivos no llegaban. Hageo les anima a tener paciencia y a esperar en las bendiciones de Dios, e indirectamente a que no abandonen el trabajo.

Esta profecía está destinada sólo a Zorobabel. Las dos primeras eran para todo el pueblo, la tercera parece ser que sólo para los dirigentes, los sacerdotes, y esta última sólo para Zorobabel.

Además, después de estudiar todo el libro, vemos que hay un ritmo al estilo de la poesía hebrea. Es como un paralelismo gitante. En la profecía hebrea lo que se hace es repetir ideas, no sonidos. La primera y tercer profecía trata los temas de la escasez, aunque de forma distinta, y con matices distintos. La segunda y cuarta profecía tratan también desde distintos puntos de vista el problema de las demás naciones y del futuro.

División del texto

Hacer una división en cuatro versículos parece algo ridículo, pero vamos a tener en cuenta dos temas:

  • La derrota de los reinos de la tierra (v.21-22)
  • La elección de Zorobabel (v.24)

Varias cuestiones

Durante el retiro, estuvimos viendo que es bueno hacerse preguntas sobre los textos que leemos. Preguntas que incluso parezcan una tontería, pero que quizás pueden abrirnos la puerta hacia las respuestas. Muchas de ellas no tendrán respuesta, pero algunas, puede que sí.

Es un texto extraño, porque no tiene relacíon con el tema principal que es la construcción del templo, ni con otro problema de aquel tiempo que era la escasez económica. ¿Por qué estas palabras sobre la derrota y destrucción de los pueblos? ¿Por qué estas palabras sobre la elección de Zorobabel?

Además, esta cuarta profecía o discurso Hageo lo pronunció el mismo día que la tercera. Mientras estudiaba este texto me pregunté: ¿Por qué dos profecías el mismo día? ¿Por qué no forman las dos una sola? ¿Pudo haber pasado algo para que añadiera esta parte?

Terremotos y fuerzas militares

En el día de hoy existen dos preocupaciones internacionales, entre tantas otras. Una de ellas son los cambios climáticos y los desastres naturales que parece que se producen con más frecuencia, como los terremotos.

*** Todos hemos visto cómo están cambiando los tiempos, el clima. Entre todas esas cosas, estamos algo asustados por los terremotos. Lo que ha sucedido en Haití ha sido espantoso.

Una de las cosas en las que me quedé reflexionando es que de repente el territorio que se llama Haití, de repente se quedó sin gobierno, de una nación con nombre, reconocimiento internacional, relaciones con otros países, organización económica, de sanidad, de hacienda, etc. Si bien es cierto que como país pobre no tenían una organizacón como otros países occidentales, al menos existía.

Pero de repente un terremoto lo destruye todo. Por un tiempo hubo un vacio, simplemente un gran número de personas intentando sobrevivir. Poco a poco se ha ido restructurando la nación, y poniendo algo de orden en medio del caos y de la violencia, pero sólo bastó un minuto para tirarlo todo abajo.

Con esto no estoy diciendo que este terremoto fue promovido por Dios, ni que fue un castigo como se ha dicho, sino hacernos pensar que toda la estabilidad que tenemos es pura apariencia ante un movimiento de tierra.

*** Por otro lado, los que leen los periódicos, estarán al tanto de los conflictos internacionales que existen con Irán. Ya hace pocos años se inició una guerra por la supuesta existencia de armamento pesado en Irak. Ahora el conflicto lo tenemos porque Irán está enriqueciendo uranio, obteniendo energía nuclear y por lo tanto se teme que pueda tener un armamento nuclear importante.

Aunque ya hace mucho tiempo que en España no se conoce lo que es una guerra, y de hecho la mayoría de los que estamos aquí no la hemos vivido, estos rumores nos hacen inquietarnos, porque una guerra estalla por una simple chispa, como ocurrió con la primera guerra mundial.

*** Dios le dice a Zorobabel: «Yo haré temblar los cielos y la tierra; y trastornaré el trono de los reinos, y destruiré la fuerza de los reinos de las naciones; trastornaré los carros y los que en ellos suben, y vendrán abajo los caballos y sus jinetes, cada cual por la espada de su hermano»

Es una repetición de otro texto de Hageo: 2:6-7, aunque con matices diferentes:

«Por que así dice Jehová de los Ejércitos: de aquí a poco yo haré temblar los cielos y la tierra, el mar y la tierra seca, y haré temblar a todas las naciones y vendrá el Deseado de todas las naciones; y llenaré de gloria esta casa, ha dicho Jehová de los ejércitos»

*** El trono

Es curioso que el texto dice “el trono” y no “los tronos”. No es cuestión de las naciones por separado, Dios toma y habla de las naciones como una sola, como la humanidad entera.

Me recordó a Babel, en aquél momento estaban unidos para luchar contra Dios, en este texto, aunque son naciones con lenguas, culturas y deseos contrapuestos, todas y cada una de ellas están desviadas con respecto a los caminos de Dios, aunque no son conscientes de ello, han erigido un trono, el trono de la humanidad frente al trono de Dios.

*** ¿Para qué tiempos se espera esto? Evidentemente son palabras que aún no se han cumplido, aunque hemos visto terremotos en el mundo, no ha sucedido nada de estas características, naciones enteras caídas y derrotadas sin más.

*** ¿Por qué estas palabras? Tenemos que volver al contexto de aquel momento: hacía poco tiempo que habían vuelto siendo una nación sometida a un imperio. Ahora una parte de los judíos estaban en su tierra de origen, pero todavía estaban sometidos a los persas. Además, los pueblos vecinos les miraban de reojo, intentando que no realizaran labores como el templo, probablemente por temor a que se hicieran fuertes. Una de las razones por las que ellos dejaron de construir el templo es por las amenazas de Tobías y Jedonías, de los samaritanos.

Hasta ahora, Hageo les había animado para construir el templo a pesar de los distintos problemas por los que pasaban o podían pasar. Ahora queda otro temor, ¿y qué pasa con las naciones vecinas? ¿qué pasa con Samaria, con los Edomitas? ¿Qué pasa con el dominio de Persia? Ellos no tenían fortaleza militar, por no tener, no tenían ni murallas, fueron construidas bastante más tarde en los tiempos de Nehemías. ¿Y si una gran nación se enfrentaban con ellos? ¿Podrían hacerles frente? ¿Qué sentido tenía seguir con la construcción del templo si estos temores se hacían realidad?

El elegido

*** Si repasáramos el cine, veríamos que hay muchas películas en las que la trama está basada en un elegido. De hecho hay al menos una película que lleva el nombre “el elegido”, pero las historias son muchas, de alguna u otra forma, hay una persona especial, distinguida que es usada para hacer una tarea necesaria y difícil que sólo puede cumplir él por sus características.

Además, hay otra cosa que se repite en algunas de esas películas, y es que ese elegido se enfrenta a alguien más poderoso o a más gente. Es el pequeño contra el grande, David contra Goliat, Israel contra Egipto.

*** Zorobabel era el gobernador. Era descendiente de los reyes de Israel, en el caso que hubiera habido reino, él lo podría haber heredado. No se sabe mucho más sobre él, en el libro de Esdras se menciona pero no se añade ningún dato, simplemente que fue el líder político, y que reaccionó positivamente a la palabra de Dios.

En Zacarías tenemos otra referencia a este gobernador, Zacarías le dice unas palabras de parte de Dios que nos son muy conocidas, porque las cantamos:

“Entonces respondió y me habló diciendo: Esta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos”. Pero este texto lo estudiaremos más adelante si al final, y si Dios quiere, comencemos los próximos estudios con el libro de Zacarías.

En el libro de Zacarías también tenemos otra referencia mesiánica del otro personaje importante, del sacerdote Josué. Josué va a representar el papel de sacerdote que hará Jesús, pero eso también lo dejamos para más adelante.

*** Volviendo al pasaje, esta elección es indudablemente una referencia mesiánica. Si Dios está hablando de momentos futuros, la referencia a la elección de Zorobabel debe ser también a tiempos que no han pasado. El pasaje mismo dice “En aquél día”, estableciendo una relación con el tiempo de la destrucción de las naciones.

Además, no hay constancia de que se haya cumplido en Zorobabel lo que se dice de él, que haya tenido un papel tan relevante para la historia, ya sea de Israel o de la humanidad. Por eso veremos esta historia, haciendo referencia a Jesús.

Podemos destacar de este versículo cuatro expresiones:

*** Te tomaré

La palabra “tomar” tiene el sentido de coger para sí, agarrarlo y traerlo. Aunque normalmente Dios llama y espera a la voluntad del hombre, en ciertas ocasiones en la Biblia podemos ver que actúa forzando esa voluntad, como con Zaqueo o con Pablo. Parece que ellos han sido forzados, tomados por Dios.

Jesús fue tomado, y aunque lo hizo voluntariamente, fue Dios Padre quien lo envió, quien lo llevó hasta la cruz y quien lo tomó de la muerte.

*** Siervo mío

Otro dato curioso es la expresión que utiliza para llamar a Zorobabel: “Siervo mío”. En distintos pasajes también se usa esa expresión y siempre tiene un sentido de una relación especial, y en varias ocasiones con referencia al mesías:

Por ejemplo Isaías 42:1, “He aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quien mi alma tiene contentamiento; he puesto sobre él mi Espíritu; el traerá justicia a las naciones.” Destaca las similitudes, también en Hageo se habla de elección, y de honor el tenerlo como siervo, lo veremos después.

También tenemos esa expresión  en 52:12, cuando Isaías dice esa gran profecía del sufrimiento de Jesús: “He aquí mi siervo será prosperado, será engrandecido y exaltado y será puesto muy en alto”, y nuevamente el contraste entre el siervo y el honor que se le da.

Jesús es el siervo por excelencia. Nadie tan grande como él, pero a la vez ninguno ha servido como él. Es algo que si lo pensamos debe conmovernos, nadie tan alto a la vez y nadie que se haya humillado como él.

*** Te pondré como anillo de sellar

Reconozco que no me gustan los anillos grandes. Me acuerdo que de pequeño tenía uno plateado con una piedra azulmarina o negra. Reconozco que cuando ahora ve a una persona con un anillo enorme, tiendo a pensar que esas personas están haciendo ostentación, aunque evidentemente eso no tiene por qué ser así.

No sé el significado actual de los grandes anillos con sello hoy en día, pero en aquella época, el anillo representaba varias cosas, podían ser anillos de lujo para adornar, pero también, como es este caso, podía ser un anillo que implicaba distinción y autoridad.

En dos historias, dos personas recibieron el anillo de un soberano para ejecutar en nombre de su voluntad: José (Génesis 41:42) y Ester (Ester 3:10). 

Este texto está en contraste con un pasaje de Jeremías: “Vivo yo, dice Jehová, que si Conías hijo de Joacín rey de Judá fuera anillo en mi mano derecha, aún de allí te arrancaría (Jeremías 22:24). La dinastía de David, sus descendientes habían rechazado de tal manera a Dios, que no eran dignos de formar parte de Dios, si ellos hubieran sido un sello en su mano, lo arrancaría.

En este caso, Zorobabel, o más bien a quien él representa sí es digno de ser puesto en el dedo de Dios. Zorobabel se convierte en el objeto de la esperanza para los judíos, era el nieto de Joaquim, descendiente de reyes que podría ser tomado como el siervo digno de estar en el lugar del dedo de Dios.

El ahora representa la esperanza de una nueva dinastía. Si él no llegó a ser rey, ni en su época pasó algo grande para el pueblo de Dios, ¿a quién se refería? Esta profecía apunta a Jesús. Es curioso que Zorobabel forma parte de la genealogía de Jesús (Mateo 1:12 y Lucas 3:27)

Jesús es entonces el siervo de gran estima, él se humilló, pero Dios lo tomó y lo puso en un lugar importante, como el sello.

Al llegar hasta aquí me surgió otra pregunta que la quiero compartir para dejarla como reflexión: ¿Qué se hacía con el sello? Marcar. Un pasaje romántico y precioso de Cantares dice “Ponme como un sello sobre tu corazón, como una marca sobre tu brazo”. El sello se utilizaba para mantener cerrados los documentos hasta que los abriera el destinatario, pero también representaba una firma.

“En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestras salvación, y habiendo creido en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa” (Efesios 1:13)

A través de Jesús se puso una marca en nosotros, el Espíritu Santo, una marca del amor de Dios, una firma de Dios que nos dice que somos de su propiedad. 

*** Porque yo te escogí

Dios escogió y tomó, ya vimos que en otros textos sobre el siervo se habla también de escoger, lo que hizo con Jesús con el propósito de salvar a la humanidad.

*** Zorobabel: esperanza política

Se dice de Hageo que es el profeta que instauró la nueva esperanza y las expectativas y el fervor religioso que vemos en la época de Jesús. Parte viene de esta profecía: Zorobabel se convierte en el objeto de las esperanzas de la nación hebrea. 

En los tiempos de Jesús, los judíos esperaban el rey todopoderoso. Estudiando este texto me ha hecho pensar que quizás valoramos mal sus expectativas. Y es que sus expectativas no eran erróneas. Es cierto que un día vendrá el rey a juzgar y a triunfar, donde cometían el error era en no comprender que esa parte de las profecías no había llegado aún.

El rey primero tenía que resolver el problema del corazón humano antes de regresar como verdadero rey victorioso. De hecho, ahora es su pueblo, la iglesia la que espera que se cumpla esta profecía.

La nación de Israel (no mencionarlo)

Período intertestamentario, 1948, ¿habrá una futura restauración de Israel?

Conclusiones

El desánimo

Como anuncié al principio, primero unas conclusiones sobre el libro en general, para que en casa puedan leerlo y meditar sobre ello:

El tema sobre el que gira el libro de Hageo es la construcción de un templo, el servicio a Dios, el trabajo para Dios, para honrarlo, para formar una comunidad, para que su pueblo se reúna, donde Dios pueda habitar con su pueblo.

En cada una de las profecías, Hageo trata cuatro aspectos que tenemos que tener en cuenta a la hora del desánimo, ya sea para nosotros mismos, para que continuemos en lo que estamos haciendo o para que retomes el servicio que habías abandonado, o para que podamos animar a los que nos rodean, como nos dice Pablo en Tesalonicenses, que nos exhortemos unos a otros:

*** No busques de forma egoísta tu propia felicidad. Eso al final acabará en que dejarás de servir, y eso al final acabará en tu propia insatisfacción. Puede que económicamente te vaya bien, pero no quedarás satisfecho.

*** No te desanimes por los recursos que tienes, o porque otros lo han hecho mejor en el pasado. De Dios son todas las riquezas, hazlo con lo que Dios te ha dado.

*** No te desanimes si no vez la bendición que tú esperas y en el tiempo que tú esperas, no te desanimes porque todavía sufres las consecuencias de tus errores, Dios ha prometido bendecir, y aunque sea tarde lo hará.

*** No te desanimes por cómo está el mundo hoy, cuando parece que el mal triunfa y los desastres se nos vienen encima. Dios al final tendrá la victoria, a pesar del mundo conflictivo del que nos rodea, Dios restaurará su creación, lo hará todo nuevo, vencerá a Satanás y a la humanidad.

Las cosas inconmovibles

Empezamos a leer el texto sobre los terremotos, las naciones destruidas, y sólo quiero que escuchen con atención estas palabras en el libro de Hebreos:

“Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecháremos al que amonesta desde los cielos. La voz del cual conmovió entonces la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo: “Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo. Y esta frase: Aún una vez, indica la remoción de las cosas movibles, como cosas hechas, para que queden las inconmovibles. Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia; porque nuestro Dios es fuego consumidor”

Hebreos 12:25-28

La esperanza

Para terminar, también mencioné que el pueblo de Israel no estuvo equivocado en esperar al rey, donde se equivocó fue al juzgar que Jesús no era el rey, y que lo que hacía no era propio de un rey.

Ahora somos nosotros quienes tenemos que tenemos que mantener esa esperanza. Jesús viene, el descendiente de David y de Zorobabel, el sello de Dios, el rey justo y bondadoso, Dios mismo todopoderoso ha de venir y tenemos que vivir velando, a la expectativa de que en cualquier momento aparezca.